Bitci Basconia - Coosur Betis | La previa

La puerta está entreabierta para el Coosur Betis

  • El equipo verdiblanco busca su tercer triunfo consecutivo ante un Bitci Baskonia de mucho mayor potencial, pero cargado de dudas

  • La opción de subir varios peldaños está en juego

Pasecniks, Pozas, Báez y Leslie se ejercitan en la cancha del Baskonia.

Pasecniks, Pozas, Báez y Leslie se ejercitan en la cancha del Baskonia. / RBB Básket

El Coosur Betis transmite señales de una nueva vida. El equipo verdiblanco no tiene nada que ver con el que arrancara la Liga Endesa ni en lo referente a su entrenador ni a los jugadores que defienden ahora su escudo. La panda de hombres sin sangre que había jugando con Joan Plaza para que hicieran justo lo contrario de lo que indicaban sus características ha dado paso a un grupo aguerrido, capaz de pelear hasta el último minuto y hasta de salir vencedor en tres de sus cuatro últimas comparecencias ligueras. Toca, pues, el más difícil todavía, la opción de dar un nuevo salto de calidad, aunque el listón no estará precisamente bajo, pues enfrente se colocará el Bitci, el nombre comercial actual del histórico Baskonia de toda la vida.

No es nada fácil, por tanto, la tarea. El Coosur Betis, además, llega a un auténtico avispero, ya que los vitorianos, acostumbrados a otro tipo de luchas, incluido las que tienen que ver con pelear el título liguero, están ahora mismo con dificultades para consolidar su plaza para los play off. Marchan octavos en la clasificación y parece que se ha esfumado algo el efecto del cambio de Neven Spahija por Dusko Ivanovic en el banquillo.

Los vitorianos enlazaron una buena racha tras el relevo, incluso se impusieron al Coosur Betis en un día en el que llegaron a tener una gran ventaja, pero que al final sólo pudieron consolidar por cuatro puntos (83-87) en un final que pudo caer para cualquiera de los dos lados. De las tres últimas citas perdieron dos, precisamente contra los equipos que han caído ante los hombres de Casimiro, el Río Breogán y el Urbas Fuenlabrada.

Simples casualidades de los calendarios. Lo que no es casualidad es que el Coosur Betis haya elevado muchos puntos su nivel competitivo desde la última llegada de Jacob Wisley para sumarse a la posición de pívot junto al letón Pasecniks. La presencia del estadounidense parece que ha servido de pegamento para que se produzca una mejora tanto individual como colectiva del resto de los componentes del grupo de Luis Casimiro.

El Coosur Betis, pues, no tiene nada que ver con el anterior, son simplemente distintos, entre otras cosas porque Mike Torres, Aleksandar Cvetkovic, Travis Leslie, Anzejs Pasecniks, Jacob Wiley y Eulis Báez, nada más y nada menos que seis hombres de los 12 inscritos, no empezaron el curso. Es lógico, por tanto, que el cambio sea considerable y más cuando también el entrenador ha variado al pasar de Plaza a Casimiro. Ahora los verdiblancos son capaces de pelear con más intensidad. Por mucho que sigan teniendo algunos ramalazos del pasado en diferentes pases de los partidos, el entrenador rompe la pizarra en los tiempos muertos con la oportuna presencia de los micrófonos televisivos cuando se produce una de esas desconexiones en las que todos se olvidan de ir al rebote.

Pero, sobre todo, además de Wiley, el principal cambio está en la figura de Shannon Evans. El base, ya con su pasaporte cotonou, se ha convertido en el líder de todo el grupo. No es que sea precisamente un gran director de juego, pero sí es capaz de enloquecer a los rivales con su capacidad para producir, sobre todo de manera individual. Sus números no engañan y en los dos últimos ha sido capaz de superar la treintena de réditos en lo referente a la valoración. Sus estadísticas no engañan y ahora mismo camina con 14,3 puntos de promedio y 13,8 de valoración. Si se tiene en cuenta que en el inicio del campeonato era justo lo contrario, pues hacer la media le da aún más valor al momento actual.

La capacidad de Evans para superar la defensa a la que se verá sometido en Vitoria será importante para que el Coosur Betis esté peleando, al menos, hasta el final por sumar la tercera victoria consecutiva, algo que ya sí sería un verdadero salto de calidad en la lucha por evitar el descenso. Porque, como decía Casimiro en su rueda de prensa previa al encuentro, los suyos aún no han hecho nada de nada. De hecho, siguen en uno de los dos puestos de descenso, aunque sí es cierto que no es lo mismo figurar como colista descolgado que al menos ver la luz al final del túnel.

El Hereda San Pablo Burgos, de momento, ya está por detrás en la clasificación y el siguiente reto es alcanzar al Monbus Obradoiro en una pelea que se puede poner emocionante y que aún está abierta a la posibilidad de que otros vayan cayendo y que el cuadro de Casimiro siga subiendo peldaños. Ganar en Vitoria a un equipo que también jugaba el pasado jueves, y perdía, en Milán sería sacar la cabeza del pozo y poder mirar las cosas con mucho más optimismo.

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