Después del triste estreno del viernes en el que el Coosur Real Betis demostró que le queda trabajo por delante, casi sin tiempo para rehabilitarse y poner rápido remedio a los males que lo condenaron ante el Joventut, el conjunto de Curro Segura visita al siempre combativo y duro Obradoiro con la misión de cambiar la imagen ofrecida y sumar su primera victoria en la Liga Endesa.

Del primer partido se pueden sacar ya algunas conclusiones. La defensa, que aguantó en el primer tiempo, se hundió tras el descanso con un parcial de 9-27. Pero fue dejar de anotar lo que desquició a los béticos, que concedieron contragolpes a la Penya frutos de sus malos ataques. Otra cuestión es la falta de piernas o entendimiento para evitar que en el perímetro un lanzador verdinegro tuviese tiempo de sobra para armar completamente solo el brazo. Mal que acompaña al grupo desde la pasada campaña.

A los verdiblancos les faltó un líder anotador. Feldeine es quien debe tomar ese rol, pero debe hacerlo jugando para el equipo y no sólo para sí mismo. Fallón incluso desde la personal (1/4), apenas tomó buenas iniciativas y se lo vio fuera del partido gran parte del mismo. Kay, otro de los pilares, apareció para hacer un buen trabajo sin brillo, cerrando bien el rebote, aunque apareciendo en la canasta contraria menos de lo que debería.

Con un quinteto bastante definido, aunque en el cinco Niang está para competirle a Ndoye mientras éste no aguante más de cinco minutos seguidos en pista, el fondo de armario parece escaso. Harrow, sin problemas físicos anunciados, no pisó el parqué, Mike Torres sólo le dio algún descanso a Campbell, Spires se quedó en las intenciones sobre el parqué únicamente y Obi sigue sin dar el paso adelante que ya se esperaba el año pasado.

Pero la liga no ha hecho más que empezar y hay margen de mejora en un conjunto en el que ocho caras nuevas deben entrar en el engranaje de Curro Segura. Es de esperar que el 8/22 en tiros libres (36%) se quede en una anécdota y que el 5/22 en triples (23%) suba ante un Obradoiro contra el que es necesario acierto y garra, casi a partes iguales, para sorprenderlo.

El cuadro gallego viene de ganar en Manresa y antes en casa contra el Fuenlabrada y el lituano Birutis como nueva sensación en la pintura. Suele sacarse el Obradoiro fichajes de la nada y pararlo será fundamental para frenar a un equipo que acumula más de un 60% de efectividad en tiros de dos puntos y que en su anterior comparecencia en Fontes do Sar se fue hasta el 47% de acierto en triples. Incluido uno de gancho de un Oliver que tendrá ganas de medirse con su ex equipo, del que creía que formaría parte esta campaña y se encontró su sitio llegando a Santiago con un contrato de dos meses tras la lesión del base turco Ozmizrak.