Una victoria más. Un partido menos. El Betis Energía Plus parece, por fin, haberle tomado el pulso a la LEB Oro y sumó la sexta victoria del curso, la quinta que llega de forma consecutiva, que permite al equipo entrenado por Curro Segura dormir cerca del liderato. El equipo, pese a algunas desconexiones en momentos puntuales, mantiene la línea mostrada en la victoria de enjundia lograda hace unos días ante Bilbao Básket, y sabe que la defensa es la clave para crecer en la categoría. La plantilla fue capaz de sobreponerse a las ausencias de Obi, con molestias, y de Marcius, que por segundo partido consecutivo se quedó sin disputar ningún minuto. En esta ocasión, Lluís Costa y Dani Rodríguez fueron los que tiraron del carro para que la sexta victoria regresara a San Pablo con la expedición, que anoche mismo volvía a Sevilla.

La intensidad debe ser una de las claves de este Betis Energía Plus. Sólo así, compitiendo al máximo, es capaz de demostrar la calidad que atesora la que es la plantilla más cara de la LEB Oro. Jugadores como Tunde, que se gana cada minuto que está en el parqué, son capaces de cambiar el chip de sus compañeros gracias a su garra y Curro Segura lo sabe. Ocurrió el pasado fin de semana en el partido ante Bilbao Básket, en el que el de Sierra Leona saltó a jugar cuando el marcador estaba ajustado y se jugaban los minutos de verdad en el último cuarto, y en esta ocasión, el técnico verdiblanco tuvo que recurrir al pívot al final del primer acto. Estaba el marcador cuesta arriba (16-14), con un Serrano inspiradísimo a falta de poco más de tres minutos, y Tunde aportó lo que mejor sabe hacer, defensa e intensidad para terminar por delante el primer acto por una renta mínima (19-20).

Pero si la guía de comportamiento, por llamarlo así, la escribió el Betis ante Bilbao en San Pablo, ante el Cáceres demostró que todavía tiene asignaturas pendientes en su crecimiento como equipo. Por ejemplo, a la hora de saber romper los partidos. Son muchas ocasiones a lo largo de la temporada en las que los verdiblancos han tenido la opción de despegarse en el marcador de manera casi definitiva, pero, desconexiones propias, hacen encajar parciales que vuelven a meter al rival. Le falta pisar de verdad el acelerador para despegarse. Estaba el marcador con siete arriba para los béticos (22-29), con los extremeños con cuatro minutos sin anotar, y el Betis recibió un parcial de 9 puntos consecutivos de Rakovevic que volvió a meter a los locales en el partido (31-29). Curro Segura llamó a filas a los suyos con un tiempo muerto a falta de casi cuatro minutos para el final y su equipo se puso las pilas. Dee, con dos triples, y un inspiradísimo Dani Rodríguez, uno de los más destacados de la primera mitad, pusieron por delante a los suyos, mientras que Serrano evitaba que los forasteros se alejaran en exceso al descanso (33-37).

Lluís Costa y Dani Rodríguez se echaron el equipo a la espalda en el segundo tiempo. El ex de Melilla fue uno de los más destacados, robando, asistiendo y anotando en el tercer cuarto, cuando el partido se ajustaba en el tercer cuarto. Cáceres se acercó a dos puntos (43-45) tras una falta de Stainbrook a Huff cuando lanzaba de tres, y el propio pívot, con un 2+1, con un triple de Rodríguez, permitía a los béticos respirar de nuevo.

Llegó entonces el momento de Lluís Costa. El base tomó el relevo de su compañero y fue capaz de ejercer como líder para que su equipo no bajara el nivel en defensa. El ex de Manresa recuperó varias pelotas importantes y en ataque, casi en un visto y no visto, anotó diez puntos que dejó a su equipo con la mayor renta del partido (55-70) cuando se cumplía el ecuador del último cuarto.

La relajación entonces apareció en el cuadro hispalense, que vio cómo un parcial de 8-0 volvía a meter a Cáceres en el partido (63-72). Sin embargo, los béticos, guiados por Dani Rodríguez, supieron manejar los últimos minutos pese al achuchón final cacereño para mantener siempre por delante a su equipo, que sumó la cuarta victoria consecutiva y ya casi palpa el liderato.