El Caja 87 despide a Eloy Ramírez a cinco días de empezar la liga en Segunda FEB
El club toma una determinación extraña apoyada sólo en los resultados de pretemporada en la Copa de España, a pesar de jugar dos partidos fuera y con importantes bajas como Bilalovic y Okafor
El Caja 87 gana contra el Jaén en su debut en San Pablo
Si locura es pensar que el Baloncesto Sevilla ha desaparecido después de ascender a la ACB, la primera vez que pasa en la historia, el baloncesto en la ciudad sigue en una dinámica autodestructiva y al alternativa real, el Caja 87, ha tomado una determinación harto extraña con el despido de Eloy Ramírez, el técnico que lo rescató la pasada campaña, con el inicio liguero a las puertas.
Quedan cinco días para empezar la Segunda FEB y tras hacer toda la pretemporada y participar activamente en el diseño de la plantilla, la directiva del conjunto hispalense ha tomado una decisión muy controvertida. Los resultados en la Copa de España, un torneo oficial pero que los equipos usan de preparación, con dos derrotas a domicilio y un triunfo solvente en el único encuentro que disputó en San Pablo, habría sido el detonante. Para Gonzalo y Sergio Crespo, dueños del club, el equipo debió estar mejor en esos choques, pese a que ha contado con bajas importantes como Bilalovic y Okafor, teóricos titulares, reservándolos para el arranque liguero consciente el entrenador de cuál es la competición importante.
Contra Morón, en el Alameda, compitió cediendo sólo al final ante un conjunto recién descendido de Primera FEB llamado a estar arriba, y contra Córdoba se echó en falta algo más del equipo, sin obviar lógicamente que el grupo, con muchas caras nuevas, está en un proceso lógico de adaptación. Al final el average dejó al Caja 87 fuera de la Copa de España por un punto, siendo decimosexto de una clasificación general pasando 15. Pasar de fase permitía jugar un encuentro más como local ante un Primera FEB.
El Caja 87 se ha puesto como objetivo el ascenso a Primera FEB esta campaña y esa presión se nota. Tanto que tres encuentros de preparación han pesado más que todo lo bueno que hizo el pasado curso, cuando sacó al equipo de la cola de la clasificación y lo llevó a los play off. Seguramente a los dirigentes les ronde la cabeza aún esa derrota en primera ronda ante Palma, ascendido a la postre, al que se barrió en San Pablo perdiendo de 37 puntos en la vuelta tras ganar de 29 en la ida. Una mala tarde pesó, pero fue un lunar sólo en una gran temporada, la primera de historia del club en la que se logró una salvación que de inicio estaba bastante cuestionada antes de que llegara el preparador utrerano.
La plantilla está con el técnico sevillano, hasta el punto de que tras esa derrota hubo dudas en su renovación, firmada pero no hecha oficial, pese a que logró el objetivo de la permanencia para el que se lo contrató de forma holgada. Pesos pesados como Franch y Dedovic salieron al paso destacando su trabajo como entrenador y finalmente se confirmó su continuidad una campaña más. El mensaje que se transmite a la plantilla con el despedido del técnico sevillano no es el mejor, sobre todo si se basa en unos resultados de pretemporada y a cinco días de debutar en la Segunda FEB contra el Círculo Gijón. Incluso Joan Plaza, con el que fue asistente en el AEK Atenas, lo llegó a tantear para saber su disponibilidad para acompañarlo también en el Andorra de ACB, pero el compromiso de Eloy Ramírez con el proyecto era total.
Si unos resultados en pretemporada han determinado una decisión de este calibre, el nuevo entrenador que sea el elegido ya sabe dónde está el listón y el objetivo de un club que en su segundo año de vida quiere estar en Primera FEB.
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