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Un cambio de pe a pa

  • El Sevilla mejora su imagen en Alemania ante un rival con pedigrí y presente · Cala pone orden en la zaga, Luna equilibra el medio, Cicinho destaca y Babá tiene los goles.

El Sevilla se tomó en serio el amistoso que hacía el número seis de la pretemporada y mejoró considerablemente la imagen que ofreció el pasado miércoles en Córdoba.

El compromiso que Míchel pidió a sus jugadores apareció en Alemania ante un rival fuerte que jugará play off de la Champions y que quedó maniatado por un equipo que tuvo claro desde el principio que sin ritmo, sin presión al contrario y sin intensidad es un adversario fácil para cualquiera. En este sentido, aunque la alineación titular no gustara a algunos aficionados, la posición de Luna como extremo recordó a partidos de la temporada pasada que acababan coincidiendo con una mejora de la imagen general del conjunto. El defensa de Pedrera es un hombre que pone alma en el puesto en el que juegue y acaba equilibrando un centro del campo en el que se mueven jugadores de toque y menos físico como Rakitic.

Eso, junto a que el técnico juntó ya en un once a más titulares que suplentes, a que la entrada de Cala en el centro de la zaga ayudó a poner las cosas en orden en una línea que había generado muchas dudas y a que ya había una referencia arriba de respeto como Negredo, le cambió la cara a un Sevilla que el propio Del Nido había visto "paupérrimo" en el último bolo. En la defensa se echaba en falta alguien que pegara dos voces y Cala tomó la voz de mando para contener sin sustos a un rival con delanteros como De Jong (12 millones de euros) o De Camargo (que eliminó una vez al Sevilla con el Standard Lieja). La presión arriba también fue clave y en ello Míchel logró hasta que se mojara Reyes, que jugó a pierna cambiada ante la ausencia de Jesús Navas y que firmó cosas interesantes junto a un Cicinho que mostró más detalles que en su apresurado debut en Córdoba. El brasileño es un jugador que en ataque tiene un abanico amplio de recursos y que genera ocasiones con desborde y buenos centros. Míchel lo probó un rato de extremo con Coke por detrás y el Sevilla multiplicó sus ocasiones.

Los blancos se merecieron ganar por ocasiones. Mientras Palop se marchó inédito, la portería del Mönchengladbach sufrió un continuo asedio, que tuvo sus momentos cumbres con un zurdazo al palo de Negredo tras un robo en ataque de Luna y hasta tres ocasiones clarísimas de Babá en la fase final del encuentro. El senegalés firma una pretemporada rara, con tardes de acierto, como en Gerona, y otras de mala definición, como ante la Roteña y ayer en Alemania.

Ciertamente, el equipo de Míchel debió ganar con solvencia en su cita en tierras germanas por ocasiones desde que Trochowski empezara metiendo miedo al malograr la primera tras presión de Reyes al portero. Era el primer aviso tras 25 minutos de tanteo. El palo de Negredo y algún tiro lejano de Medel abrieron paso a una segunda parte de mucho más acoso que pudo empezar con los blancos por delante si el árbitro hubiese señalado un posible penalti a Rakitic.

A la hora de juego Míchel inició su habitual carrusel de sustituciones cambiando incluso de sistema, viéndose entonces los mejores momentos de Cicinho con libertad para subir y escapándose la victoria por la falta de acierto de Babá. Primero con un remate en el área chica tras un centro de Cicinho, luego en una acción similar y por último en otro remate a bocajarro.

Aunque el sevillismo no pudo verlo porque no hubo imágenes de televisión, al menos el resultado y lo ofrecido en Alemania calman un poco las críticas a 14 días del inicio liguero. Ni antes tan malos ni ahora tan buenos. Esto es el verano.

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