Si el primer día tras el anuncio de la creación de la Superliga dio el pistoletazo de salida para el inicio de las hostilidades entre los críticos y los adeptos, el segundo culminó el presumible final del torno antes de que echara a andar después de que los seis clubes ingleses que figurababan entre los doce miembros fundadores decidieran abandonar el proyecto, siguiendo los pasos del Manchester City, que fue el primero en decir no en un escueto comunicado, y del Chelsea, que filtró su abandono.

El Manchester City fue el primero en hacerlo oficial en la tarde de ayer, después de que se filtrara que el Chelsea abandonaría el proyecto. Horas más tarde, en la medianoche hora española, Arsenal, Manchester United, Liverpool y Tottenham Hotspur decidieron que tampoco continuarán en la Superliga e iniciaron los procedimientos para hacerlo efectivo . "El Liverpool puede confirmar que nuestra participación en la propuesta para formar una Superliga Europea no continuará", dijo el Liverpool.

El Arsenal, por su parte, pidió perdón por cometer "este error" y apuntó que la respuesta de los aficionados les ha hecho "reflexionar y recapacitar". dijo el club gunner en un comunicado. Tampoco continuará con el proyecto el Tottenham Hotspur de Daniel Levy. "Nos arrepentimos de la ansiedad y la tristeza que hemos provocado. Creíamos que era importante que nuestro club participara en el desarrollo de una nueva estructura que asegurara el futuro financiero de la pirámide del fútbol. Gracias a los aficionados por dar su opinión", dijo Levy. Por último, el Manchester United afirmó que tampoco formará parte de la competición.

"No participaremos en la Superliga europea. Hemos escuchado cuidadosamente la reacción de nuestros aficionados, del Gobierno del Reino Unido y de otros entes. Nos mantenemos comprometidos a trabajar con la comunidad futbolísticas para poner en marcha soluciones sostenibles para los retos a largo plazo a los que se enfrenta el fútbol", apuntó el United. Los clubes de la Premier se manfiestaron de ese modo casi 24 horas después de que Florentino Pérez, presidente del Real Madrid e ideólogo y presidente de la Superliga, explicara la postura de los doce clubes firmantes en la madrugada del martes en el programa El Chiringuito, en la cadena Mega. El máximo mandatario blanco argumentó que era necesario dar una vuelta al sistema para evitar la ruina de un deporte cuyo sistema competitivo estaba en decadencia. Y dio un dato: los doce clubes implicados en la Superliga perdieron entre todos 5.000 millones de euros en el último año y medio marcado por la pandemia del coronavirus.

También avisó de la perdida de interés de muchos partidos entre equipos grandes y pequeños que ya no generan la misma atención que antes en competiciones como la Liga de Campeones. Sus explicaciones no frenaron la catarata de críticas a la Superliga europea. Florentino Pérez y el resto de presidentes de los otros once clubes amanecieron con más reacciones negativas del mundo del fútbol y de otros ámbitos como el político. Así, el presidente de la UEFA, Alexander Ceferin, se dirigió a los 12 clubes firmantes de la Superliga e invitó a todos a cambiar de "opinión" y a "corregir" su error por respeto a los aficionados y a la historia del fútbol.

Bayern y PSG

Además, agradeció la postura de algunas entidades como el Bayern Múnich, el París Saint-Germain y el Sevilla, que se desmarcaron de la nueva competición. Precisamente, el presidente del Bayern, Karl-Heinz Rummenige, contestó a Florentino Pérez y dijo que la solución para acabar con los problemas económicos es "reducir costes".

Su homólogo en el PSG, Nasser Al-Khelaïfi, añadió que cualquier propuesta sin el apoyo de la UEFA no resuelve los problemas del fútbol porque está motivada por "motivos personales". Varias ligas rechazaron oficialmente la Superliga. Lo hizo la Premier League a través de un comunicado oficial tras reunirse con la Federación Inglesa (FA). Igual que la Eredivisie de los Países Bajos.

En España, el presidente de LaLiga, Javier Tebas, declaró que Florentino Pérez "estaba despistado y ahora está perdido". También se pronunció la Asociación del Deporte Español (Adesp), que subrayó que la creación de la competición podría afectar a proyectos en los que colaboran conjuntamente LaLiga y las Federaciones