Dos décadas blanquiazules

El Espanyol es el visitante más peligroso en Heliópolis desde 1990, con 7 victorias, 7 empates y sólo 2 derrotas · Llegó a lograr cinco triunfos consecutivos · El Betis no le gana desde septiembre de 2001

Javier Mérida / Sevilla

20 de septiembre 2012 - 05:02

Nombrar el Real Club Deportivo Espanyol por Heliópolis debería ser como nombrar a la bicha. El equipo blanquiazul es, por derecho propio, la bestia negra de los verdiblancos, un calificativo que se ha ganado a pulso en las dos últimas décadas, en las que se ha confirmado como el visitante más peligroso, con un balance global de 7 victorias, 7 empates y sólo 2 derrotas del que ningún otro equipo de Primera División puede presumir.

Ante el Sevilla, por ejemplo, en dos comparecencias menos tiene el Betis un balance en Heliópolis desde 1990 de 3 victorias, 8 empates y 3 derrotas, mientras que frente a Real Madrid (4-6-6), Barcelona (5-5-6), Atlético de Madrid (6-5-5) o Valencia (6-4-6) también ha mostrado mejor cara que ante el equipo que lo visita de nuevo el próximo sábado.

Sin ir más lejos, el Betis no derrota al Espanyol como propietario del terreno desde el 9 de septiembre de 2001, jornada segunda del campeonato, en la que un recién ascendido entrenado por Juande Ramos se impuso por 2-0, con goles de Joaquín y Gastón Casas, éste de penalti. Desde entonces, 8 visitas con una victoria y 7 empates.

La mala racha comenzó en la temporada 90-91. Hasta la fecha, el Espanyol era un visitante con unos números más normales para su caché en Heliópolis. Cierto que ya había ganado seis veces desde que lo hiciera en 1933, la primera vez que ambos se vieron las caras en la Liga de Primera, pero no volvió a hacerlo, por ejemplo, hasta la temporada 64-65 , en la que provocó la destitución del entrenador verdiblanco, Luis Hon, quien con gente como Pepín, Grau, Frasco, Bosch, Lasa, Ansola y Quino no pudo evitar un 0-1 con gol del periquito Tejada.

Pero fue en los 90 cuando cuajó su leyenda. Y es que el 2 de diciembre de 1990, el Espanyol se impuso por 1-2 a un Betis también recién ascendido en el que marcó Mel, hoy entrenador de los heliopolitanos, a los 6 minutos. El alemán Wuttke (12') y Mágico Díaz (45'), a la postre jugador bético, le dieron la vuelta al marcador.

En esa década, tras ganar el siguiente enfrentamiento (3-1) en la 94-95, el Espanyol logró cinco triunfos en cinco visitas consecutivas, algo de lo que sólo puede presumir el Real Madrid en San Mamés en toda la historia de la Primera División.

El remate a ese repóquer legendario fue, además, memorable para las huestes blanquiazules. El Betis, el 5 de diciembre de 1999, ganaba en el minuto 65 por 2-0 al Espanyol, gracias a dos goles de Alfonso, y la parroquia se las prometía felices tras cuatro años de derrotas. Pero Tamudo, Toni Velamazán, Galca, en dos ocasiones; y De Lucas voltearon de forma espectacular electrónico, en parte también influido por un mal arbitraje de Brito Arceo, quien con 2-2 señaló dos penaltis en contra del Betis y ya con el 2-5 expulsó a Denilson y Rivas. Prats encajó los cinco goles de un once en el que también figuraba Finidi, además de los citados y que fue dirigido por Griguol, quien puso la primera piedra de un descenso que tampoco evitaron Hiddink ni Hadzibegic.

Desde entonces, el referido retorno triunfal con Juande Ramos y una ristra de empates trufada con la que es la última victoria españolista, en la campaña 04-05 y también muy abultada (1-4). Era sólo la jornada 2 de un curso que acabó con el título de Copa y la clasificación para la Champions del Betis de la mano de Lorenzo Serra, quien tras aquel temprano varapalo -se le sumaba un ridículo papel en el Colombino- pronunció una frase que imbuyó de compromiso al equipo. "Será con éstos o con otros", dijo el mallorquín, quien apeló en los siguientes partidos al veterano Cañas para cambiar radicalmente la cara del equipo.

Pasado mañana, Pepe Mel, uno de los entrenadores que más topes, rachas y récords ha batido en el Betis, tiene ante sí un nuevo reto: derrotar a la bestia negra.

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