La dura vida del patinador artístico en España

JJOO de Invierno

Aunque cada día tiene más aficionados, el patinaje sobre hielo es caro y de escasa tradición en este país.

Ignacio Encabo (Dpa)

Sochi, 16 de febrero 2014 - 13:36

El patinaje artístico sobre hielo en España vive el mejor momento deportivo de su historia, pero incluso su mejor atleta, Javier Fernández, tiene que recurrir a su propio dinero para poder costearse la carrera.

Aunque cada día cuenta con más aficionados, el patinaje sobre hielo es caro y de escasa tradición en un país donde las modalidades "veraniegas" -con el fútbol, el baloncesto y el tenis a la cabeza- ocupan gran parte del tiempo de ocio de los aficionados al deporte. "No doy para más, o mejor, mis padres no dan para más", señaló en los Juegos Olímpicos de Sochi Javier Raya, vigésimo quinto en la final individual masculina. Raya, de 22 años, vive "ahogado" por su pasión. "Me pagué el internacional de Zagreb. Me lo he pagado yo todo. El viaje me costó 800 euros (1.100 dólares) todo, porque era una ciudad que no era cara". "Al mes pago mensualmente 240 euros por una hora al día de entrenamientos. Y luego hay que pagar los entrenamientos de la federación", se quejó Raya, que al igual que algunos de sus compañeros busca un patrocinador directo.

Raya es uno de los pocos patinadores con nivel internacional que viven en España, un país que cuenta con 12 pistas de hielo operativas, la mayoría de gestión privada, lo que supone uno de los muchos problemas a los que tienen que enfrentarse. "El problema que hemos tenido en los últimos años es que la Federación Española de Deportes de Hielo (FEDH) no es una Federación grande en cuanto a presupuestos", señaló Fernández después de finalizar cuarto en Sochi, el mejor resultado de la historia de un patinador español en unos Juegos de invierno. "Por supuesto que tengo que poner cosas de mi bolsillo. Algo tengo que poner, porque la Federación no se puede permitir pagar absolutamente todo, no es una Federación grande. Pero no hay que desmentir que entre la federación, el Consejo Superior de Deportes, el Comité Olímpico, (Fundación) Madrid Olímpico... Entre ese grupo del deporte español siempre nos intentan ayudar muchísimo", añadió.

La FEDH, que realizó dos expedientes de regulación de empleo en los últimos años, no tiene tantos ceros en su cuenta como otras, pero en enero firmó un contrato con OHL por valor de 100.000 euros. Además de la constructora, la federación tiene otros dos contratos de patrocinio firmados con Samsung y con la firma de ropa Bosco.

"No te sabría decir cifras exactas, pero estoy seguro de que nos intentan ayudar lo máximo posible. Poco a poco voy consiguiendo dinero para pagarme todas las cosas", señaló Fernández, doble campeón europeo y bronce mundial que "huyó" de España hacia Norteamérica en busca de oportunidades. El patinador, que recurre a exhibiciones para juntar más fondos, eligió un deporte con unos gastos anuales muy elevados: 1.000 euros en patines, cerca de 3.000 euros por dos trajes cada temporada, coreógrafos -el de Fernández cobra cerca de 10.000 euros-, alquiler de las pistas de entrenamiento y entrenadores.

Pero también hay que vivir, comer y dormir. Y la mayoría lo hace fuera de España, un país donde hay cerca de 400 patinadores sobre hielo federados, de los cuales 100 practican modalidades olímpicas. Y sólo 40 de ellos compiten en primera categoría mundial.

Aunque no da directamente becas, la FEDH ayuda a sufragar los gastos de los entrenamientos de los patinadores en Canadá y paga las competiciones importantes, como Juegos Olímpicos, Mundiales o Europeos. Los patinadores españoles reciben varios tipos de becas: desde las ADO (Ayuda al Deporte Olímpico), hasta las de la Fundación Madrid Olímpico -que otorga por ejemplo 8.000 euros anuales a Fernández-, pasando por la de Solidaridad Olímpica o la de gobiernos territoriales. Pero ello no es suficiente, según los atletas. "Cuantos más objetivos consigues, más pagas", explicó Raya, que con la beca de 4.400 euros anuales que le da el gobierno de Madrid se sufraga parte de los veranos que pasa entrenando en Canadá. Prepararse fuera de España es para muchos la única vía al éxito. "Por supuesto que me da pena. El sitio donde quiero estar yo es en Madrid, en España, en mi sitio, pero como no puedo pues te tienes que buscar la vida fuera", dijo Fernández, afincado desde 2011 en Toronto. "No es algo tan malo, sé que en algún momento de mi vida volveré a España, pero ojalá pudiera entrenar en España".

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