Sevilla - mallorca · informe técnico

Hasta en los ensayos reincide en sus males

  • Fragilidad defensiva y escasez de fútbol y llegada.

Al Sevilla le sigue faltando responder como un equipo. La idea colectiva que tanto pregona Míchel no se ve traslada al terreno de juego y da igual que los que salten al mismo sean los titulares con galones, los no habituales, los suplentes o los jugadores que necesitan demostrar que tienen un sitio en el once. En esa especie de bolo veraniego en pleno invierno que fue el encuentro de ayer ante el Mallorca, con la eliminatoria resuelta y un once de circunstancias, el Sevilla volvió a evidenciar sus males: una fragilidad defensiva endémica, una preocupante falta de fútbol y una escasez preocupante de llegada. El gol llegó a balón parado, una vez más, y luego apenas tuvo remate.

Defensa

Al Sevilla, sea cual sea la pareja de centrales o la estructura de su centro del campo, le hacen daño con muy poquito. Al Mallorca le bastaron un par de centros inocuos para darle la vuelta al marcador. Míchel plantó en el campo el equipo con un nítido 4-2-3-1 en el que Maduro y Kondogbia, elásticos y dinámicos, se repartieron las tareas de la contención y la presión adelantada. El Sevilla apenas sufrió durante buena parte del partido, pero cuando más tranquilo estaba, un centro desde la derecha con Botía descolocado, Cala muy blando y Coke contemplativo permitió el empate. Otro centro a la frontal del área, el terreno sagrado de los centrales, fue despejado hacia atrás por Cala y Alfaro aprovechó el regalo. Ayer sí primaron los errores individuales en defensa, pero éstos también son producto de un mal escalonamiento en los movimientos defensivos, de una mala lectura colectiva.

Ataque

Que Kondogbia sea el que inicia la construcción del juego y el que más atrevido se muestra para realizar cambios de orientación es un síntoma esperanzador... y preocupante. Maduro no se salta el guión; Manu del Moral apenas percute; Javi Hervás no sabe jugar de espaldas pues no es mediapunta... Y Babá se ofrece muy poco. Sólo Perotti y Alberto Moreno menearon algo al Mallorca. Pero el Sevilla jamás conectó por dentro y sólo llegó algo por fuera y a balón parado. Con Stevanovic, hubo algo más de movimiento de nuevo por fuera, pero ni con Rakitic mejoró el bagaje ofensivo de un equipo muy plano.

Virtudes

La personalidad del joven Kondogbia y el rédito de la estrategia.

Talón de Aquiles

No responder como equipo implica carecer de movimientos colectivos en defensa, en ataque, sin balón, al espacio... Nada nuevo.

Uno por uno

Palop. Apenas le llegaron; cuando lo hicieron estuvo vendido ante el rematador.

 

Coke. No se soltó nunca en ataque en un partido que invitaba a ello.

 

Cala. Blando en los dos goles, quedó retratado en un día en el que tenía que reivindicarse.

 

Botía. El foco encuadró a su compañero, pero, ¿dónde estaba Botía en los goles? Demasiado fuera de su zona.

 

Alberto Moreno. Sus virtudes se aprecian más en campo contrario, en el propio sufre más porque no está hecho a jugar de lateral. 

 

Maduro. Le falta picardía y desparpajo. Alguna vez podría, y debería, romper líneas y saltarse el guión. 

 

Kondogbia. Ahora mismo lidera tanto al equipo titular como al suplente. Despliegue físico y técnico.

 

Manu del Moral. En la derecha tuvo menos profundidad que la que suele tener en la izquierda. Oportuno y hábil en el gol.

 

Javi Hervás. Es un medio de acompañamiento, no un mediapunta. No conectó de espaldas por dentro y se perdió en la banda izquierda.

 

Perotti. Percutió por su costado, hasta que empezó a faltarle el fuelle.

 

Babá. Un delantero centro no puede limitarse a trotar esperando un centro. Sólo apareció algo cuando Stevanovic lo buscó. 

 

Stevanovic. Buenos movimientos sin balón y toque con criterio, aunque sin velocidad. ¿Polivalente?


Rakitic. ¿Era necesario que jugara aunque fuera un rato?

 

Gonzalo. Un remate, no es poco en apenas diez minutos.

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