Comparten muchas cosas. Ambos estrenan jerarquía, como segundo y cuarto capitán, junto a Rakitic y Reyes. Son los más veteranos de una plantilla que, casi en su mayoría, se dispone a disfrutar de su primera final. Y han ganado títulos tanto con su selección como con el Sevilla, pero siempre desde un rol secundario. Ahora es su final.

Federico Julián Fazio (Gran Buenos Aires, 17 de marzo de 1987) es el único superviviente del gran Sevilla de Juande Ramos. Su debut de fuego fue en la vuelta de la Supercopa de España, en el Bernabéu. Luego se perdió, por estar lesionado, la final del Camp Nou ante el Atlético. También es campeón olímpico con Argentina, aunque era suplente. Ahora, tras años de lesiones y de arrastrar un cartel incómodo de jugador poco fiable, se ha consagrado por fin como el seguro líder de la defensa del Sevilla, un rol ganado con garra. Cuando Javi Navarro levantó aquella Supercopa ganada al Madrid tenía 20 años. "Hace siete años de aquellos momentos, recién llegué al club, pero también lo disfruté. Puede ser que ahora con la edad y la experiencia lo viva distinto. Nervioso no me voy a poner, ya tuve muchas".

Vivió desde fuera las finales de la Copa y la UEFA en 2007, la del Getafe y la de Glasgow, pero lo recuerda muy bien. "Son diferentes rivales, toda final europea es parecida, cuesta llegar adonde estamos y por eso hay que disfrutarlas todas. Venimos disfrutando partido a partido, con el Maribor, con el Betis, con el Oporto, con el Valencia... Eso es lo que nos ha traído hasta aquí".

Campeón de la Eurocopa 2008 con España y de la Copa 2010, Fernando Navarro Corbacho (Barcelona, 25 de junio de 1982) nunca ha jugado una final. "La de 2010 me la perdí por lesión después de todo el año jugando, la de la selección era más lógico que estuviera en el banquillo -jugaba Capdevila-. La afronto con mucha ilusión, si me toca jugar, y con muchas ganas. Me hace especialmente ilusión esta final después de haberme perdido la de 2010. Voy a cumplir 32 años y a lo mejor es mi última final.Tengo muchas ganas de sentir qué es una final".

El lateral izquierdo es una de las dudas, aunque no sería raro que jugase. "Siempre he tenido la confianza del club en mí mismo y cada año he jugado 40 partidos, y este año también", dice un futbolista que ahora sí tiene un reconocimiento más unánime. Desde su experiencia, avisa sobre el Benfica: "Tienen un gran equipo, con mucha afición y es un clásico de Europa que está en muy buena onda, será un rival muy difícil".