getafe - sevilla · el otro partido

Una fea racha, una bella final

  • El Sevilla jugará el partido más importante de los últimos cuatro años tras cuatro encuentros sin ganar. Tebas le impidió ejercer de juez imparcial.

La diferencia entre los titulares y los suplentes siempre existió en el fútbol, en sus diferentes estadíos. Cuando uno está obligado a competir de verdad, no sólo por el honor, cuando tiene algo verdaderamente precioso en juego, espera tener su equipo titular. Que le pregunten a Jorge Jesús, entrenador del Benfica, qué daría por poder alinear en Turín a Enzo Pérez y Markovic, y cuánto daría por poder contar con un jugador número doce como es Salvio. La evidencia de esta diferencia se vio en el Getafe-Sevilla. El equipo de Unai Emery, hombre de rachas largas, lleva cuatro partidos sin ganar. No lo hace desde la ida de las semifinales de la Liga Europa ante el Valencia. Da igual, tras esta fea racha lo espera una bella final, el partido más importante desde la final de Copa que jugó y ganó al Atlético de Madrid en 2010.

Dos clásicos del panorama continental, dos equipos que debutaron en la Copa de Europa uno frente a otro en el viejo estadio de Nervión, el 19 de septiembre de 1957, se verán las caras el miércoles en el novísimo Juventus Stadium. Y este evento despreciado por las altas instancias de la LFP influyó decisivamente para que Emery apostase por un equipo C. Como una especie de efecto mariposa salido de las oficinas madrileñas del organismo que rige los destinos de nuestro fútbol, el Sevilla Atlético tuvo que prescindir de cuatro de sus futbolistas clave, su delantero Carlos Fernández, el medio centro Cotán, y los laterales Moi y Mode, en un encuentro trascendental. Afortunadamente, el equipo de Ramón Tejada no los echó de menos y confirmó su permanencia en Segunda División B con un triunfo sobre El Palo.

Los perjudicados son otros: Osasuna, Valladolid, Almería, Granada... Decía Javier Tebas, para justificar que este partido a sólo tres días de una final continental no podía ser adelantado, que se juegan mucho más los equipos que luchan por el descenso, porque si una final europea es importante, más lo es evitar el drama económico de caer a Segunda División. Toma ya. Lo dice el mismo que justifica el más desigual reparto económico de todas las ligas europeas. Además, ese mismo argumento no le importó cuando atrasó hasta el miércoles pasado el Valladolid-Real Madrid. Para él la equidad en el fútbol sólo abarca lo que la bandera de las estrellas blancas sobre fondo rojo: la Comunidad de Madrid.

Dicho esto, también hay que reseñar que es posible que Emery no hubiese arriesgado con muchos titulares si el partido se hubiera jugado antes, el sábado... o el viernes. Ayer Carriço, Alberto Moreno y Rakitic ni siquiera se vistieron. Los centrales titulares se repartieron los minutos y del resto de futbolistas que saltaron al campo sólo Fernando Navarro, Reyes y Marin tienen verdaderas opciones de jugar en Turín. Puede que el técnico sevillista no hubiese cambiado mucho esta realidad de haberse disputado el encuentro antes. Pero jugando en domingo, cualquier alineación está más que justificada, y ya pueden patalear los otros afectados.

PS: ¿Qué explicación hay para que el colegiado catalán Estrada Fernández diera sólo dos minutos, con seis cambios, un jugador atendido y una detención del juego para hablar con el delegado de campo por lanzamiento de balones? Parece que Ángel Torres tiene buenos amigos en muchos sitios. Al menos, lo parece.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios