La gran rival que tiene Sevilla para seguir siendo sede de la final de la Copa del Rey

Barcelona competirá con Sevilla y Valencia para albergar las finales de 2026 y 2027, con posibilidad de prórroga por dos temporadas más

Final de la Copa del Rey en Sevilla, todos los detalles

Así de espectacular luce el estadio de La Cartuja en Sevilla para la final de Copa
Así de espectacular luce el estadio de La Cartuja en Sevilla para la final de Copa / RFEF

Sevilla/Barcelona se postula como una de las principales candidatas, y principal rival de Sevilla, para acoger las próximas finales de la Copa del Rey de fútbol en España.

La Ciudad Condal, junto con la capital andaluza, que volverá a presentarse, y Valencia, ha manifestado su interés ante la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) para ser la sede oficial del partido que decide el título copero en las ediciones de 2026 y 2027, con opción a dos años adicionales.

Esta carrera por albergar uno de los eventos más importantes del calendario futbolístico nacional se intensificará tras la final que este sábado enfrentará al FC Barcelona y Real Madrid en La Cartuja de Sevilla, en la que es la sexta y última final copera del ciclo apalabrado para el estadio sevillano.

El estadio sevillano de La Cartuja celebra este fin de semana su sexta final consecutiva de Copa del Rey, culminando así el actual convenio entre la RFEF y la ciudad andaluza. El duelo entre azulgranas y madridistas supone el regreso de un Clásico a la final del torneo del KO, algo que no ocurría desde la temporada 2013-14, cuando el conjunto blanco se impuso por 2-1 en Mestalla.

Con posterioridad a este encuentro, la Federación abrirá un nuevo concurso público para determinar las próximas sedes del evento, proceso en el que Barcelona parte con opciones reales gracias al renovado Spotify Camp Nou.

Según fuentes federativas consultadas por el diario Mundo Deportivo, la candidatura barcelonesa presenta argumentos de peso y podría arrebatar la organización a Sevilla, que intentará mantener su estatus como anfitriona habitual. Por su parte, Valencia tendría más complicado entrar en la ecuación, ya que el nuevo estadio de Mestalla, con capacidad proyectada para 70.044 espectadores, no estará previsiblemente terminado antes de julio de 2027, fecha que coincide con el final del periodo inicial contemplado en la licitación.

Las condiciones del concurso para albergar la final copera

La RFEF tiene previsto presentar formalmente las bases del concurso una vez concluida la final de este sábado. El organismo federativo busca estadios con gran capacidad que puedan acoger a un elevado número de aficionados, requisito que cumplirían tanto La Cartuja como el renovado Camp Nou. El formato contractual contempla un acuerdo inicial por dos temporadas (2026 y 2027), con la posibilidad de extenderlo por dos años adicionales si ambas partes quedan satisfechas con la experiencia.

Este tipo de concursos para albergar eventos deportivos de tal magnitud suelen valorar múltiples aspectos como infraestructuras, accesibilidad, experiencia organizativa, impacto económico para la ciudad y garantías de seguridad.

En este sentido, Barcelona puede presentar al igual que Sevilla el ser un destino turístico consolidado a nivel mundial, con una amplia oferta hotelera y excelentes conexiones de transporte, elementos que podrían inclinar la balanza a su favor.

El papel del nuevo Spotify Camp Nou en la candidatura

El principal activo de la candidatura barcelonesa es el renovado Spotify Camp Nou, cuyas obras de remodelación integral avanzan según el calendario previsto por el FC Barcelona. La reforma del coliseo azulgrana convertirá al estadio en uno de los más modernos de Europa, con una capacidad aproximada de 105.000 espectadores, lo que lo mantendría como el recinto futbolístico con mayor aforo del continente.

Este factor resulta determinante para las aspiraciones de la Ciudad Condal, puesto que la RFEF ha manifestado su preferencia por estadios de gran capacidad que permitan maximizar la asistencia a un evento tan señalado. Además, las nuevas instalaciones contarán con avances tecnológicos y servicios que mejorarán sustancialmente la experiencia de los aficionados, un aspecto cada vez más valorado en la adjudicación de grandes eventos deportivos.

El precedente de las finales de Copa en Barcelona

La ciudad de Barcelona tiene una larga tradición acogiendo finales de la Copa del Rey, aunque en los últimos años ha quedado relegada frente a otras sedes. El estadio de Montjuïc fue escenario de la final en 2004, cuando el Real Zaragoza se impuso al Real Madrid. Anteriormente, el Camp Nou había albergado numerosas finales, siendo la última en 2015, precisamente con triunfo del FC Barcelona sobre el Athletic Club por 3-1.

La particularidad del torneo copero, con su formato de final única en campo neutral, convierte la elección de la sede en un asunto de especial relevancia tanto para los clubes participantes como para la propia RFEF, que busca maximizar el impacto mediático y económico del evento. La candidatura de Barcelona ofrece así garantías de repercusión internacional gracias al prestigio turístico de la ciudad y su posicionamiento como referente deportivo mundial.

¿Qué implica económicamente albergar una final de Copa del Rey?

Organizar la final del torneo del KO supone un importante impacto económico para la ciudad anfitriona. Los estudios estiman que el beneficio directo e indirecto puede alcanzar los 50 millones de euros para Sevilla en esta edición de 2025, generados principalmente por el turismo deportivo, la ocupación hotelera, la restauración y el comercio local. Este retorno justifica el interés de ayuntamientos y administraciones por invertir en la candidatura, compensando ampliamente los costes organizativos.

La RFEF, por su parte, valora especialmente las propuestas que garanticen una adecuada comercialización del evento, con espacios para patrocinadores, zonas VIP y experiencias para aficionados que permitan maximizar los ingresos derivados de la final. En este aspecto, las tres ciudades candidatas deberán presentar proyectos detallados que convenzan al organismo federativo de su viabilidad económica y organizativa.

El futuro de las grandes competiciones futbolísticas en España

La pugna por acoger la final de la Copa del Rey se enmarca en un contexto más amplio de reposicionamiento de las grandes competiciones futbolísticas en España. Tras el éxito de la Supercopa de España en Arabia Saudí, la RFEF ha abierto la puerta a nuevos formatos y sedes para sus torneos, buscando maximizar su proyección internacional y rendimiento económico.

En este escenario, ciudades como Barcelona ven una oportunidad para recuperar protagonismo en el mapa futbolístico nacional, apostando por infraestructuras renovadas que cumplan con los exigentes estándares actuales. El resultado del concurso, que previsiblemente se conocerá en los próximos meses, marcará el rumbo de la Copa del Rey para el periodo 2026-2029, coincidiendo con un momento clave para el fútbol español tras el Mundial 2030 que el país organizará conjuntamente con Portugal y Marruecos.

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