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El interés sigue sobre la mesa

  • El grupo que negocia con el propietario de la entidad hispalense mantiene sus pretensiones de compra.

El anuncio el pasado lunes en el que se incluía la "aprobación, en su caso, de la disolución" del Baloncesto Sevilla en la junta de accionistas del próximo 20 de julio fue un duro golpe (otro más) para los aficionados y trabajadores del club, que ya vivieron una situación parecida el año pasado y ahora reviven esa pesadilla que supone la posible desaparición del Caja.

Pero queda tiempo para revertir la situación, antes de alcanzar la fecha de caducidad. Hay tiempo e interés en que no se produzca la liquidación, aunque falta entendimiento. Y es que el grupo español interesado en hacerse con la entidad mantiene sus pretensiones. Quiere adquirir el club y sigue interesado en hacerse con las acciones de CaixaBank, propietario del mismo, por lo que todo no está perdido. Además, el Ayuntamiento de Sevilla también está inmerso en esas negociaciones y en cuanto pasen las elecciones centrará gran parte de sus esfuerzos en lograr una solución para la continuidad de un equipo que en 2017 debería celebrar los 30 años desde su fundación, 27 de los cuales ha jugado en la máxima categoría del baloncesto nacional. Eso sí, al contrario que en Bilbao, el consistorio no se plantea ningún apoyo que implique inversión alguna. En este sentido cabe recordar que el equipo de la capital vizcaína se salvó tras conseguir un crédito de un millón de euros que garantiza su viabilidad gracias al apoyo del Ayuntamiento de Bilbao que avaló la línea de crédito.

Que se mantenga el interés es, ahora, la mejor noticia, pero hay una fecha límite para alcanzar algún acuerdo: el 20 de julio. Y una hora: las 13:00, pues será cuando se inicie la junta general extraordinaria en la que se podría aprobar la disolución de la entidad.

Se haría raro que el Baloncesto Sevilla desapareciese y que otros conjuntos, con mayores problemas económicos, saliesen adelante en la ACB. Gracias a su actual dueño, todo hay que decirlo, el Caja es un club sin deudas y al día de todos sus pagos, algo que no pueden decir todos los integrantes de la Liga Endesa.

Las negociaciones continúan y en ellas el dinero es el principal problema ahora, ya que CaixaBank exige ciertas garantías de que el proyecto sea viable. Eso sí, seguiría como patrocinador la próxima campaña. Hay tiempo y hay voluntad por las partes, pero de momento falta dinero y un acuerdo.

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