A veces 17 años son suficientes para tener la ideas claras. Es el caso de esta sevillana que salió de su ciudad para buscarse un futuro en el mundo del piragüismo. Ahora, en Mérida como parte del equipo de la Federación Española, Cristina Moral piensa en ser importante en este deporte siguiendo un camino que parece destinado en llevarla hacia la élite.

Sus inicios se asemejan a los de cualquier otro deportista: "En una excursión con el colegio, hace seis años, probé y me gustó, lo que hizo que me apuntar al Club Mercantil para competir y hace cursos con ellos. Mi entrenador, Germán García, se marchó al Club Náutico hace tres años y no dudé en seguirle". Fue el camino de Cristina para recalar en el prestigioso club hispalense.

El año pasado ya empezó a destacar con grandes marcas en la categoría juvenil. Logró ser finalista en el Campeonato de España de las modalidades K-1 y K-2 de su categoría, lo que llamó la atención de la Federación Española de Piragüismo, que no tardaría en llamar a su puerta: "Vi una oportunidad y no la dejé escapar". Fue entonces cuando tomó rumbo hacia Mérida para entrenar allí y cambiar todos los esquemas de su vida: "Abandonas a tus amigos, a tu familia, cambias de colegio; es difícil, pero sólo se llevan a las mejores y había que aprovechar la ocasión".

Además de soñar con alcanzar grandes cotas deportivas, Cristina aprovecha todo el tiempo posible para mantener intactos sus estudios: "Estoy en segundo de bachillerato y compaginarlo todo es complicado, pero entreno cerca y puedo estudiar".

Preguntada por las ventajas de su deporte, se muestra clara: "valoro mucho el compañerismo y los amigos que se hacen, que son para toda la vida. Además, el piragüismo hace que te superes a ti misma, siempre piensas en hacerlo mejor y alcanzar cualquier reto". ¿Objetivos?: "Espero quedar entre las siete primeras del ránking juvenil español, como ya logré la pasada temporada; no es fácil, pero quiero lograrlo".

Ahora toca seguir trabajando para progresar en la misma dinámica positiva. Sus cualidades, hasta el momento, permiten que pueda soñar: "Ojalá algún día esté en unos Juegos Olímpicos".