Los Nuestros | Paola Rodríguez, lanzadora de martillo

Una joven con todo el futuro por delante

Paola Rodríguez, como primera clasificada en una competición

Paola Rodríguez, como primera clasificada en una competición

Paola Rodríguez (4/3/2002), es una deportista española especializada en el lanzamiento de martillo, un deporte que, a pesar de no ser muy popular en nuestro país, es una de las disciplinas clásicas dentro del mundo del atletismo.

Paola descubrió esta especialidad muy jovencita ya que en su casa, su familia siempre ha estado de cierta manera ligada al atletismo, en concreto sus tíos, que fueron quienes le inculcaron la pasión por este deporte. “Desde pequeña lo había visto en mi casa, de hecho no podría seguir practicándolo si no me gustase”, comenta.

Además, asegura que después de haber intentado iniciarse en algún otro deporte, fue el atletismo el que verdaderamente le llamó la atención. “Comencé a probar varios deportes cuando era pequeña, en la época que todos los padres quieren que sus hijos practiquen deporte, pero no me convencía ninguno y cuando comencé en el atletismo con mi entrenador, él fue quien me metió directamente en el lanzamiento de martillo y a mí me gustó mucho”, asegura una joven Paola a la que le quedan aún muchos retos por conseguir.

De hecho, al ser tan pequeña cuando se decidió a la práctica, no pudo competir. Luego pudo probar ese gusanillo que tiene todo deportista al empezar con las competiciones provinciales, que acabaron conduciéndola hasta un meritorio cuarto puesto en un Campeonato de España. “Siempre o casi siempre lideraba el ránking andaluz de lanzamiento de martillo y en el español también he cosechado buenas posiciones, estando entre las cinco mejores habitualmente”, desvela.

A los ocho años fue cuando empezó en este mundo y, hasta el día de hoy, nunca ha parado de entrenarse para seguir con su sueño de convertirse en una gran profesional, a excepción de una temporada en la que nada parecía estar de cara para los intereses de esta joven. Las instalaciones donde entrenaba, en La Cartuja, fueron cerradas con el fin de mejorarlas, pero la obra se alargó demasiado en el tiempo. Justo en ese mismo año uno de sus mayores apoyos, su entrenador, enfermó y poco después falleció en un momento que, lógicamente, sería más que duro para nuestra protagonista.

A pesar de ello, la fuerza de superación de un deportista siempre es enorme y ahí es donde tuvo que sacar fuerzas de flaqueza y demostrar que no iba a dejar el trabajo a medio hacer. “Este deporte te ayuda en muchas cosas, hay que tener mucho sacrificio para superarte, compañerismo etc.”, comenta después de un año en el que, con su nuevo técnico, cree que ha avanzado muchísmo en la técnica. “No sabemos dónde está mi límite pero queremos averiguarlo y pienso que en esta última temporada hemos progresado bastante, lo que es muy beneficioso”.

Paola no se marca ningún límite, pero tampoco piensa en planes muy a largo plazo, ya que sabe que será la constancia en los entrenamientos la que marque el devenir de su futuro. “Pienso que es una cosa del día a día, yo de momento no quiero hacerme ilusiones porque sé que si trabajo mucho y luego viene algo muy positivo todo ello será una gran sorpresa y es lo que quiero”, concluye en un ejercicio de superación y autocrítica.

A pesar de su corta edad, Paola ya demuestra su grado de madurez en un deporte que va a exigirle dedicarle el máximo tiempo posible, pero en el que tiene muchas ganas de demostrar que puede ser una grandísima atleta y dar que hablar en los próximos años como una gran revelación.

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