Una locura por la diabetes
Ciclismo | Ride4Children
El sevillano José Antonio Fernández 'Nene' arrancó en Eibar un trayecto de 1.005 kilómetros con el objetivo de sensibilizar acerca de la enfermedad
Para él, ser diabético no significa ningún obstáculo
No parece haber piedras en el camino de José Antonio Fernández (Sevilla, 1979). En la mañana del domingo, Nene, que es como todo el mundo le conoce, se embarcó en un trayecto de 1.005 kilómetros que ha de completar en 72 horas. Es un reto que asume por ser diabético, y no a pesar de ello. Porque está empeñado en demostrar con pedaladas que la diabetes no debe ser más que una compañera para el deportista.
El punto de partida fue Éibar, a donde se desplazó en 2014 por razones laborales. Tras un año trabajando allí, Nene generó "un vínculo emocional" con la localidad guipuzcoana y con sus vecinos. Y a falta de recursos económicos para visitar Sevilla con frecuencia, fantaseó con la idea de regresar en bicicleta desde allí.
Ya reinstalado en la capital andaluza, no tardó en contactar con una organización para poner en marcha su peripecia. Sin embargo, en aquella ocasión los patrocinios no fueron suficientes. Sí los encontró, algunos años más tarde, a través de Anadis (Asociación para la atención y defensa del niño y adolescente diabético en Sevilla).
Rodeado de apoyos y, tras un año entero de preparación, Nene arrancó en tierras eibarresas bajo el lema Con diabetes sí se puede. Tras completar los primeros 455 kilómetros, hoy arriba a la capital de España (12:30), donde será recibido en las instalaciones del Real Madrid por la primera plantilla blanca y el central Nacho Fernández, otro deportista profesional diabético.
Pero volvamos al principio. "Yo hacía ya deporte antes, pero no al nivel que lo hago ahora", explicaba Nene hace unos días. Y es que cuando le diagnosticaron la enfermedad, en octubre de 2008, algo cambió en él. "El primer día me lo pasé entero llorando y los dos siguientes estuve ingresado", recordaba.
"Cuando me dieron el alta, el médico me dijo que no podría hacer deporte, que sólo podría andar 45 minutos al día. Aquello fue un palo. Con 28 años, yo me negaba a llevar la vida de una persona mayor. En realidad, gracias a ese médico, he conseguido todo".
Apenas unos días después, Nene habló con un amigo que practicaba triatlón, se apuntó a natación y se gastó 2.800 euros en una bicicleta de carretera. "Fue jugármelo todo a una carta". A la vez, se informó acerca de cómo afectaba la diabetes a su organismo. Aunque no iba a ser fácil afrontarla.
"Los inicios fueron brutales. De la piscina me tenían que sacar un día sí y otro también, porque no notaba cuándo me llegaban las hipoglucemias", relataba. A pesar de todo, Nene fue conociendo poco a poco las respuestas de su cuerpo. Comenzó a hacer triatlones y acabó convirtiendo el deporte en uno de los pilares de su vida. En 2016, se convirtió en el primer deportista con diabetes tipo 1 en completar un Ultraman –10 km a nado, 420 km en bicicleta y 84 a pie–.
Ahora se encuentra en carretera, con el fin de sensabilizar a los más pequeños sobre cómo lidiar con la diabetes, cómo afrontarla. "Yo necesitaba una motivación extra para poder afrontar este reto. Y la encontré en los niños".
Antes de salir de Éibar, uno de sus temores era el quinto tramo, en el que pedaleará de Ciudad Real a Córdoba. "En 208 kilómetros hay 2.100 metros de desnivel. Además, me coge de madrugada". Será el penúltimo peldaño hacia Sevilla, donde planea llegar el miércoles hacia las 16:30. Su desafío concluirá en el Hospital Quirón Sagrado Corazón, otro de los promotores.
El trayecto de Nene se puede seguir en las redes sociales a través del hashtag #Ride4Children.
Tropezar con las personas adecuadas
Cuando Anadis corroboró a Nene que quería promover su desafío, la presidenta de la asocación, Ana María Álvarez, le presentó a una de las personas que más han contribuido: el endocrino Alberto Aliaga. “Él ha sido el eslabón necesario para ir enganchado a todas las personas que han hecho posible el proyecto”, contaba Nene hace unos días. También fue crucial la ayuda de Berta Pascual, directora de Comunicación y Marketing del grupo hospitalario Quirón en Andalucía. “He tenido la fortuna de tropezar con las personas idóneas”, explicaba el sevillano. Además, tenía palabras especiales para el que ha sido su entrenador en estos meses, Domingo Espinosa. “Han sido 13 meses y 31.000 kilómetros de preparación. Y el trabajo de Domingo ha sido fundamental para mí”.
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