María Vicente, duodécima en heptatlón; Ndikumwenayo, eliminado en 5.000
El salto de longitud, el lanzamiento de jabalina y los 800 metros cerrarán este sábado el concurso
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María Vicente, en su vuelta a una gran competición internacional tras romperse el tendón de Aquiles de la pierna izquierda hace dieciocho meses, concluyó duodécima, a falta de tres pruebas por disputar, la primera jornada del concurso de heptatlón de los Mundiales de Tokio.
El 1 de marzo de 2024 queda lejano pero es inolvidable para María Vicente. Ese día, en plena competición del pentatlón de los Mundiales de pista cubierta de Glasgow (Escocia), en los que era favorita para medalla, se lesionó antes de saltar.
Dieciocho meses después, este 19 de septiembre, también quedará grabado en la memoria de la atleta barcelonesa de 24 años. Regresó a la competición tras un periodo difícil, con la pérdida de los Juegos Olímpicos de París incluida, pero convencida de que lo mejor de su carrera aún está por venir.
En el Estadio Olímpico de Tokio la competición comenzó con los 110 vallas, en los que terminó sexta de su serie con una marca de 13.65, y siguió con el salto de altura, en el que superó el listón de los 1,77 metros.
Posteriormente, en lanzamiento de peso, llegó hasta los 13,34 metros, siendo la quinta de una serie liderada por la colombiana Martha Araujo (13,98), y acabó con los 200 metros que ganó con un crono de 23.96.
La segunda jornada se disputarán el salto de longitud, el lanzamiento de jabalina y los 800 metros.
Decepción con Ndikumwenayo
El noruego Jakob Ingebrigtsen, que defiende en Tokio la corona mundial de los 5.000 metros, accedió este viernes con suspense a la final tras concluir octavo su serie, mientras que el español Thierry Ndikumwenayo, decimoquinto, quedó eliminado.
Hace cinco días, Ingebrigtsen sufrió un duro revés cuando quedó eliminado en la primera ronda de los 1.500 metros. Era su primera carrera en seis meses tras superar una lesión en un tendón de Aquiles que se produjo justo después de lograr los dobletes en 1.500 y 3.000 en pista cubierta en los Mundiales de Nanjing (China) y los Europeos de Apeldoorn (Países Bajos).
Hasta julio, en la altitud de St.Moritz (Suiza), no volvió a entrenar, por eso las incógnitas sobre su rendimiento eran muchas y los peores presagios para él se confirmaron con una floja actuación en los 1.500.
Recuperado anímicamente pero con claros síntomas de no estar al tope de sus posibilidades, Ingebrigtsen fue de menos a más durante las semifinales de los 5.000 aunque no se le notó la agresividad y el atrevimiento de otras veces. Fue siempre a rebufo del grupo principal y, en la última recta, tuvo que hacer un esfuerzo para entrar octavo, el último puesto que daba un billete directo a la final. Su tiempo, 13:42.15, fue lo de menos. El objetivo ahora era otro.
En su serie, liderada por el etíope Biniam Mehary (13:41.52) y el francés Jimmy Gressier (13:41.64), campeón de 1.500 en Tokio, también compitió el español Thierry Ndikumwenayo, que no encontró el ritmo necesario para aguantar la última vuelta en la pelea por las primeras plazas y acabó decimoquinto con 13:47.72, a cinco segundos de la octava posición.
El más rápido de las dos series fue el belga Isaac Kimeli, doble medallista de bronce europeo de 10km en ruta, que firmó 13:13.06.
El que no pasó el corte fue el sueco Andreas Almgren, que en estos Mundiales, hace unos días, logró el bronce en los 10.000. Esta vez fue noveno (13:16.38) y cayó eliminado, igual que el noruego Narve Gilje Nordas, los uruguayos Santiago Catofre y Valentín Soca y el mexicano Eduardo Herrera.
Tampoco el neerlandés Niels Laros, que se retiró lesionado, y el guatemalteco Luis Grijalva, descalificado.
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