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En un mes y un día

  • Sampaoli desbroza su idea de juego tras una pretemporada con el grupo Ilusión y ataque, claves el martes.

Desde que Jorge Sampaoli se sentó al lado de Monchi y José Castro en la sala de prensa del Sánchez-Pizjuán hasta que lo hizo ayer por segunda vez, ya en solitario, ha pasado un mes. Un mes y un día. El 4 de junio, ataviado con una chaqueta negra de solapas brillantes y una camisa blanca de generosos cuellos, el argentino, casi pidiendo perdón, apenas atinaba a responder las torpes preguntas que las prisas dejaban hacer a los medios de comunicación presentes.

Ayer, tanto éstos como aquél pudieron detenerse más en los contenidos. Los periodistas, al tener una mínima referencia extraída de los amistosos disputados; el técnico, al poder hablar ya con un poco de conocimiento de causa, con más conocimiento de una plantilla que bien es cierto que igualmente ha moldeado a su gusto. "Es un plantel que venía de una forma de jugar, un equipo nuevo con la importancia que tiene reemplazar a jugadores que hicieron una gran temporada y se terminaron yendo. Tenemos una gran ilusion, con la final que tenemos ahora con el Real Madrid, el equipo que ha ganado el mayor torneo del mundo, que ha mantenido su plantilla y ha sumado jugadores".

La primera reflexión del argentino deja en el aire un mensaje para "la dirigencia" como gusta referirse a las personas que rigen el club. Pero lo más jugoso de una conversación de fútbol con Sampaoli es el modelo que quiere implantar en el Sevilla y si eso es posible ante rivales como, por ejemplo, el que tendrá enfrente el martes en Noruega. "Lo que buscamos en corto tiempo es que el equipo internalice la identidad que quiere el entrenador. Para el partido del Madrid tuvimos una serie de amistosos que nos ilusionan. El Sevilla tiene muy buenos jugadores y lo que tenemos que hacer es organizar lo que tenemos para ser muy competitivos. ¿Un equipo atrevido? Puede llegar a ser complicado, porque el Real Madrid busca bien los espacios, pero los equipos que vi que esperaron al Madrid casi siempre perdieron. El objetivo es tratar de incomodarlo y hacerle vivir un partido distinto a lo que está acostumbrado", precisó para, seguidamente, dar por sentado que el Sevilla tiene opciones serias de arrebatarle los títulos al Madrid y al Barça: "Si pensara que no puedo ganar, no hubiera venido. Son dos equipos que uno piensa que son inalcanzables, pero también creo que el equipo está muy ilusionado con dos finales".

Igual que Monchi un día antes, Sampaoli relativiza las bajas del Madrid. "Cuantas más tenga, mejor, pero el Real Madrid ha tenido una pretemporada en la que ha dominado a rivales de alto nivel. Ha ganado al Bayern y al Chelsea. Tiene una gran plantilla y no creo que las bajas modifiquen la jerarquia del equipo que tenemos enfrente".

El entrenador, sabedor de la dificultad que entraña el proceso, ni pide paciencia ni se asusta por las críticas. "No quiero nada, no quiero modificar la conducta de nadie. Aceptaré las críticas porque sé dónde vine. Hubiera sido ideal más tiempo de preparación, pero lo sabía", aseguró reconociendo que nunca entrenó en Europa: "He entrenado en clubes, selecciones… y el fútbol es uno solo: conmover a unos futbolistas para que vayan detrás de una idea. Llegar a una liga que es de las mejores del mundo es una responsabilidad, pero en Argentina se ve más la liga española que la de allí".

Defensa de tres, defensa con dos centrales y laterales largos... las inquietudes son muchas, pero no desvela muchos secretos. "Vamos a intentar jugar muy bien al fútbol. Esquematizar es jugar a una arquitectura futbolística que no comparto. Cada rival nos hará jugar de una manera para lograr la organización que queramos y tener a los futbolistas libres y con el espacio que buscamos más allá de esas figuras geométricas que uno piensa y automatiza. Un equipo flexible que sepa jugar en el campo contrario más que en el propio", dijo antes de ser preguntado por quién será el portero en Trondheim. "No sé, porque los dos lo han hecho bien. Para la idea que tenemos se les requiere jugar con los pies y se han tenido que adaptar en los entrenamientos. Hay que darles tiempo, queremos que el arquero sea un jugador más en la salida", un aspecto prioritario para su fútbol. "Vamos avanzando, nos falta mucho aún. Los jugadores que están llegando son muy técnicos y creemos que la mejor defensa es tener la pelota más tiempo que el rival. Que los jugadores se mantengan fuertes en la idea de tener un protagonismo desmedido".

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