De 'La niña bonita' a 'La Prima'

Hace años era habitual ver a los jugadores, directiva y cuerpo técnico béticos por la Feria. Eran otros tiempos, en todos los sentidos, hasta que en 2006, con los malos resultados deportivos y los problemas extradeportivos la tradicional estampa de la comida de hermandad en la caseta La niña bonita pasó a la historia... hasta ayer, cuando la plantilla volvió a reunirse en el real para disfrutar de un merecido premio.

Eso sí, ni la comida de ayer ni ninguna de estos días corre a cuenta de un Betis que, inmerso en la Ley Concursal, no puede permitirse estos dispendios. La invitación corrió por cuenta del consejero Miguel Guillén, en la caseta La prima, de colores rojiblancos, donde volvieron a verse las caras Pepe Mel, Rafael Gordillo y José Antonio Bosch, que volvió a incidir en que, "como dice el técnico, no es el momento de hablar de la renovación, sino de ascender.

El entrenador, que tiene previsto comparecer mañana por motivo de la previa del choque ante el Córdoba, no habló esta vez. Tampoco Gordillo, cuya presencia sorprendió ayer porque, en un principio, no estaba prevista. Así, fue de nuevo el vicepresidente verdiblanco quien se presentó ante los medios para incidir en el mismo mensaje. "Soy un hombre disciplinado y le hago caso. Cuando subamos hablaremos de otra cosa. Será lo que quiera el entrenador. Él decidirá", señaló el dirigente a propósito de las negociaciones con el preparador madrileño.

En este sentido, aclaró que su relación con Mel "es buena", "pero las relaciones personales son intrascendentes en un sitio donde trabajan 400 personas". "No puedo tener amistad con todos, pero sí una buena relación profesional. Otra cosa es el feeling, que con Mel también lo tengo", afirmó.

Quizá el momento de sentarse con el técnico llegue pronto, pues el conjunto hispalense podría lograr el objetivo la próxima semana. "Matemáticamente podría producirse el miércoles o el jueves... aunque a Gordillo no le hace gracia ascender sentado en casa. Lo mejor sería o en nuestro estadio o después de Tarragona", explicó Bosch, partidario de que el ansiado ascenso sea celebrado: "Decir que no es motivo de celebración estar en Primera es absurdo, porque el club lleva dos años peleando por ello. Otra cosa es la moderación con la que se haga, porque no tenemos dinero para hacer ese gasto. Estamos hablando con los patrocinadores para que se impliquen en la organización del festejo porque el regreso a la máxima categoría será motivo de alegría para todos, porque siempre deberíamos estar en Primera, y la realidad es que ahora no lo estamos".

Bosch, que ya el martes paseó por el real junto a Gordillo, expresó que "por las calles se percibe el deseo de la gente de que el Betis suba, independientemente de los colores que sigan, porque para la ciudad es bueno que sus dos equipos jueguen en la mejor Liga del mundo".

Como Bosch, la mayoría de jugadores del Betis se estrenan este año en la Feria, al menos en un acto oficial. Es el caso de Salva Sevilla, que ya la conoció hace unos años en el seno del filial nervionense y que este año la vive "con un color especial" y "contento después de dos semanas sin entrenar". "Estamos cerca de certificar el ascenso matemáticamente, pero la fórmula del partido a partido nos ha ido bien y así seguiremos. Una comida como ésta, en la que todos nos reunamos, ayuda para unir más si cabe al grupo", señaló el almeriense, mientras Juanma recordaba que "con el equipo y el objetivo al alcance, el ambiente es distinto al de otros años. Es algo espectacular para disfrutar, pero no podemos olvidarnos de que lo nuestro es el fútbol".