El nuevo San Mamés, con su recién estrenada grada que el año pasado aún estaba sin levantar cerrando un coliseo con un aforo para 53.290 espectadores, espera al Sevilla. El equipo de Unai Emery tiene ante sí el reto de hacerse con el liderato en la jornada diez en un estadio que, pese a su olor a pintura fresca, conserva el sabor que le da una afición fidelísima y entregada a su equipo. Decir que el Athletic Club es una institución mucho más allá de Bilbao no es nada nuevo. Se trata de uno de los grandes de España, por palmarés y tradición futbolística, y sin embargo no es un lugar que se le haya dado especialmente mal al Sevilla. Tampoco excesivamente bien, pero entre los cinco grandes del fútbol español, Madrid, Barcelona, Atlético, Valencia y Athletic, es la plaza donde más veces ha ganado el Sevilla.

De 70 visitas ligueras que ha realizado el Sevilla a la capital vizcaína, 40 veces cayó derrotado, hubo 10 empates y en 16 ocasiones se produjo el triunfo de los blancos. Esta cifra, 16, está muy por encima de los escasos triunfos sevillistas en casa del Madrid (8), Barcelona (6), Atlético(13) y Valencia (11). Sin embargo, San Mamés, sobre todo el viejo pero también el nuevo en la única visita hasta ahora de los nervionenses, ha sido el escenario de grandes frustraciones blancas, como aquella semifinal copera de triste recuerdo, cuatro días después de un triunfo liguero por 1-2 con goles de Kanoute, o la derrota liguera del pasado mes de abril en la que el Sevilla, también en vísperas de otra semifinal, perdió el tren de la Champions definitivamente.

Con todo, gracias a la pujanza de los blancos en el siglo XXI, San Mamés pasó a ser un estadio propicio para los sevillistas, salvo en el último lustro. Allí comenzó el siglo el Sevilla ganando con un gol de Gallardo (0-1, en la 01-02). Y allí debutó como goleador Jesús Navas de la mano de Joaquín Caparrós en un partido que ganó el Sevilla por 1-3, con otros dos goles de Julio Baptista (04-05). Hasta seis triunfos en las últimas trece visitas ha logrado el Sevilla en lo que va de siglo, que, curiosamente, no ha contemplado ningún empate. La balanza siempre cayó para uno de los dos lados en duelos habitualmente abiertos y espectaculares, como la última victoria del Sevilla en San Mamés, producida el 29 de septiembre de 2009. Fue una goleada que rubricó precisamente Jesús Navas, tras los tantos de Renato, Negredo y Kanoute, y que confirmaba un arranque sin precedentes del Sevilla de Jiménez, ahora superado por este lanzado equipo de Emery.

Pero desde aquella tarde otoñal no ha vuelto a ganar el Sevilla en Bilbao, cuya afición intenta arropar ahora a un Athletic que ha tenido un inicio reñido con la espectacular campaña que firmó el curso pasado. Un lustro ha transcurrido ya desde aquel campanazo y hoy le llega la gran ocasión al conjunto nervionense de desquitarse de las últimas cuatro derrotas consecutivas.

El inmediato precedente fue el 27 de abril de este año. El equipo de Valverde, prácticamente el mismo que pondrá hoy sobre el húmedo césped del nuevo San Mamés, superó claramente al Sevilla por 3-1. Las críticas se aceraron contra Emery, que no puso en el once titular a Rakitic, para tenerlo fresco en la semifinal europea que se disputaría en Mestalla cuatro días después. Los hados tenían otro destino previsto para este equipo que hoy, de nuevo se cita con la historia, con el liderato en juego.