El derbi sevillano

Un once muy poco canterano

  • Sólo Jesús Navas tiene garantizado un puesto como titular, en contraste con el curso pasado, con siete jugadores de la casa.

Cada vez que llega el derbi sale a la palestra la importancia de los jugadores de la cantera. Lugares comunes como el amor a los colores, la experiencia y el pique arrastrado desde los partidos de máxima rivalidad en los escalafones inferiores, el orgullo de defender el honor de amigos y familiares salen a colación en una cascada de tópicos que pocas veces tiene un fiel reflejo en la realidad. El fútbol tiene otros caminos que ni desmienten ni responden a tópicos. El Sevilla cayó en los dos últimos derbis en el Sánchez-Pizjuán, hace cuatro años con Jesús Navas y Diego Capel como únicos representantes de la carretera de Utrera; y el año pasado con Javi Varas, Cala, Luna, Reyes, Fazio, aunque su caso no es el de un canterano, Luis Alberto y, cómo no, Jesús Navas. Este año el equipo puede contar con un solo canterano de salida, el incombustible extremo de Los Palacios.

Míchel, tras el fallido experimento de San Mamés, tendrá que buscar otras soluciones para un once en el que únicamente Jesús Navas tiene garantizado un puesto de titular. Reyes puede salir de suplente, como en las últimas citas, y Luna podría ser la solución para la izquierda, mientras que no es descartable que Botía regrese al eje de la zaga por Fazio.

Repasando los derbis de los últimos treinta años queda en evidencia que la cantera ha perdido bastante protagonismo conforme ha ido avanzando el siglo XXI. De hecho, el Sevilla actual es el que menos canteranos está utilizando en comparación con el del último lustro, en el que no hay estadísticas dos años por el descenso a Segunda División del Betis. Sin embargo, antes de la última derrota antes referida, los sevillistas disfrutaron de una magnífica racha de hasta nueve citas consecutivas sin perder en Nervión. De ella, cuatro fueron victorias con escasa presencia canterana. En la 07-08 el equipo de Jiménez venció por 3-0 con Jesús Navas y Diego Capel en el once. En la 06-07, el Juande se impuso por 3-2 con el palaciego y Kepa, y el año anterior ganó 1-0 con Jesús Navas como único representante. Ya en la 04-05, el conjunto de Joaquín Caparrós, antes del giro importante a la planificación que hubo en el verano de 2005, sí tuvo algo de más presencia: Sergio Ramos, Jesuli, Carlitos y Antoñito. Con ellos ganó el Sevilla por 2-1. Y el curso anterior empató 2-2 con goles de Reyes y Antoñito, únicos canteranos que jugaron ese partido.

Los cuatro años precedentes se produjeron empates en el Ramón Sánchez-Pizjuán, incluido el 1-1 en Segunda División con gol de Tevenet. Un triunfo muy sonado, el del curso 99-00 en el que ambos equipos caerían a Segunda, fue por 3-0 y sólo jugaron dos canteranos titulares: Marchena y Francisco Lama. Loren salió en la segunda parte y, eso sí, marcó el tercero.

No se pueden comparar estos escasos porcentajes de presencia canterana con los de los años 90 y 80, en los que la media sube a 6, 7 u 8 por partido. Curiosamente, en el año más aciago para los aficionados de Nervión, aquel curso 86-87 en el que vieron cómo el Betis ganaba en la segunda jornada de Liga por 1-2 y posteriormente por 1-3 en aquellos absurdos play-off en los que los que habían quedado en el tramo central de la tabla no se jugaban nada, el Sevilla presentó el once más canterano de su historia reciente, con hasta 10 futbolistas procedentes de los escalafones inferiores. Grande, Tirado, Álvarez, Jiménez, Francisco, Choya, Moisés, Ramón, y Rafa Paz como suplente perdieron en la Liga regular; y Nimo, Serna, Álvarez, Jiménez, Rafa Paz, Choya, Francisco, José Luis, Ramón y Ruda, éste como suplente, cayeron en aquella anodina liguilla. Ni siquiera aquel Sevilla victorioso de Manolo Cardo tuvo nunca tantos canteranos, pues la cifra máxima en el ciclo exitoso entre el 82 y el 85 fue de ocho. Es decir, por lo general, el número de canteranos no es directamente proporcional al éxito ante el Betis. Y la prueba más palpable la vivió Míchel en su primer derbi.

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