El regreso de la Macarena: "Ahora sí ha vuelto la Virgen"
Crónica
Satisfacción unánime con la restauración de Pedro Manzano
La reposición al culto se convierte en un día de júbilo tras meses de crispación por la fallida intervención de Arquillo
Así vuelve la Macarena tras la restauración de Pedro Manzano
-"Ahora sí ha vuelto la Virgen”. Ha sido el comentario más repetido este lunes, día histórico en la Sevilla cofradiera que ha vivido con sumo júbilo la reposición al culto de la Macarena tras cuatro meses de restauración por parte de Pedro Manzano. Una intervención cuyo resultado ha satisfecho a todos los que han contemplado a la sagrada imagen de cerca o a través de fotografías y vídeos. Un regreso que ha servido también para unir a la hermandad tras las tensiones de los últimos meses, después de la fallida labor del profesor Arquillo a principios de verano, que sumió a la corporación en una de las crisis más graves de los últimos tiempos. Un capítulo en su larga historia para el que sirve de cierre otro de los comentarios más escuchados este 8 de diciembre: “No hay mal que por bien no venga”.
Tres horas de espera para ver a la Virgen de la Esperanza restaurada. Es el tiempo medio que ha habido que aguardar para presenciar uno de los regresos más anhelados, el de la Macarena. Desde las 5:30, media hora antes de que se abrieran las puertas de la basílica, la cola ya superaba el Hotel Macarena. Dos horas después, alcanzaba la Puerta de Córdoba, frente al Convento de Capuchinos.
El dato preciso de esta gran afluencia lo ha proporcioinado un empleado del templo macareno: los que llevaban desde las 5:30 aguardando en la cola llegaban a las plantas de la Virgen a las 8:30, tres horas después y con el frío metido en el cuerpo. Una espera que para la mayoría merecía la pena: la constatación de que la Virgen ha recuperado su expresión y su mirada, alteradas en la intervención de junio.
Colas en la basílica y en los calentitos
Una cola con un fluir lento, mucho menos rápido que en el besamanos del 18 de diciembre. “En el besamanos los hermanos y devotos le dan el beso y se van. Ahora la gente se para, le reza... No puedes decirle que se quiten tras tantos meses de ausencia y después de tres horas esperando con el frío”, refieren los veteranos macarenos.
Por haber colas, las ha habido hasta en el puesto de calentitos frente al Arco, donde muchos han desayunado tras ver a la Virgen de cerca. Aquello parecía por momentos un día de la Expectación adelantado o el presagio de las secuelas de una Nochevieja. El comentario ha sido unánime: “Ha vuelto la Virgen”. La que todos conocían por las fotos que guardan en sus casas y en las carteras. Una satisfacción que se hizo patente en forma de lágrimas, abrazos y vítores. No había que mediar palabras, con una simple mirada y un abrazo estaba todo dicho. El gozo pleno del reencuentro.
Alegría que también se ha percibido en el rostro del aún hermano mayor, José Antonio Fernández Cabrero, presente durante la mañana en la basílica y recibiendo las felicitaciones por el trabajo realizado por Pedro Manzano, con la supervisión del IAPH y una comisión de expertos. Nota altísima para acabar un mandato no exento de dificultades y retos importantes. La dolorosa regresa con el color de décadas atrás, “como la Muchacha que es”, asegura Dani, un ferviente devoto al que no le ha dado vergüenza que las lágrimas se le asomen a los ojos mientras habla.
Con el manto de tisú y la saya de volantes
Con el manto de tisú verde manzana que bordó Rodríguez Ojeda en 1930 y con la saya de volantes de Victoria Caro. La Virgen de la Esperanza luce hasta mañana miércoles (último día de esta veneración extraordinaria) dos de sus mejores prendas para la reposición al culto, tras los 119 días en los que ha estado retirada por la restauración acometida por Pedro Manzano.
En este día de reencuentro, lágrimas, abrazos, rezos y mucha emoción, la dolorosa más universal porta la presea de oro con la que fue coronada dos veces, una de forma popular a principios del siglo XX y otra, la canónica, en 1964. El mejor oro para un 8 de diciembre que ya es histórico en suelo macareno.
A las plantas de la Virgen, un abultado friso de rosas blancas. A ambos lados de la sagrada imagen, dos grandes jarras –preparadas por Ramito– repletas de nardos. No falta tampoco, sobre un pedestal, la Rosa de Oro concedida por el papa Francisco en 2024, y de cuya entregó se cumplió un año el pasado 3 de diciembre.
El camarín de la dolorosa lo sigue presidiendo el Señor de la Sentencia, exornado con claveles rojos. Mientras, el suelo del presbiterio se ha ido cubriendo de innumerables ramos y centros de flores con los que felicitan a la Virgen por su regreso. Proceden de distintos colectivos de la hermandad, de otras cofradías e instituciones sevillanas y también de particulares. Muchos de ellos integraban la cola cuyo principio se pierde de vista. “Hay que coger un autobús para llegar al inicio”, ha comentado uno de los devotos que lleva más de tres horas de espera para entrar a la basílica. Los comentarios son unánimes y se repiten de boca en boca: “La Virgen está muy bonita”, “ha vuelto la Virgen de siempre”, “está preciosa”.
No faltan quienes han recordado los momentos de zozobra sufridos a comienzos del verano, con la polémica intervención del profesor Arquillo. Una crisis a la que se ha puesto fin este lunes. “Se hicieron las cosas mal, pero yo me quedo con lo de hoy, con ver a la Virgen que siempre hemos conocido de nuevo aquí”, afirma un hermano tras ver de cerca a la Esperanza. Este macareno ha subrayado que, además de recuperarse el aspecto que tuvo el icono mariano, se han solventado sus problemas estructurales, “que eran muchos”.
La restauración, al detalle
A media mañana la hermandad informa, al detalle, del proceso de restauración al que ha sido sometida la imagen por Manzano desde agosto. La intervención ha permitido resolver “satisfactoriamente” los problemas estructurales. En cuanto al trabajo sobre las zonas visibles, se han tenido en cuenta dos criterios adicionales a los habituales en este tipo de cometidos: “el de la desrestauración y el de la restitución postraumática”.
El primero de ellos se ha llevado a cabo en la recuperación de la línea parpedral, la eliminación de la pasta de madera, la reposición de pestañas (más adecuadas al rostro), la eliminación de los añadidos de color en las intervenciones de junio, en la eliminación de intervenciones de superposición de barnices y de color de las últimas décadas, lo que ocasionaba un claro perjuicio de la policromía original. En el segundo concepto, según la corporación, “no se ha requerido de la reconstrucción de la línea de párpados ni de ningún elemento significativo de la imagen y de su policromía, pues estaban en buen estado al retirarse los añadidos recientes”.
Por otro lado, la policromía y su envejecimiento natural se ha podido recuperar en la totalidad, al reintegrarse conforme a la metodología de la conservación y restauración en aquellas lagunas que lo han precisado. En algunas pérdidas de la policromía (unas fruto del tiempo y otras de las últimas intervenciones), como el color de los párpados, se ha procedido a su reintegración siguiendo los restos del color presente en los mismos.
La mancha histórica
Respecto a la mancha histórica del rostro en la mejilla izquierda, se ha subsanado al actuar sobre la base del problema, que era el soporte de madera y la unión de dos piezas. Al considerarse esta anomalía ya como parte de la historia material de la imagen, tras la subsanación del soporte y la reintegración obligada de color, se ha matizado para que se perpetúe su presencia aunque muy sutilmente. El resto de surcos de lágrimas y la presencia de otras anomalías históricas se mantienen muy matizadas, lo que, según la hermandad, “favorece la unidad formal en el aprecio de la Virgen”.
Las lágrimas, tras su limpieza, se presentan libres de los restos habituales de adhesivos, empleados para subsanar pequeños desperfectos ocasionados por el uso. Las pestañas se han realizado siguiendo los modelos contrastados con fotografías de las últimas décadas, lo que contribuye a la mencionada unidad formal de la sagrada imagen.
Sobre las manos, se ha procedido de similar manera que en el rostro, al suprimirse la reintegración de junio de 2025 y recrearse la huella devocional. Posteriormente, se ha reintegrado el color siguiendo la policromía original. Esta huella devocional, según Manzano, se recuperará fácilmente con la exposición de la Virgen en los próximos besamanos.
En este día de júbilo no podía faltar la música, especialmente la que acompaña a la dolorosa más universal cada Madrugada: el Carmen de Salteras. La formación musical ha protagonizado un bando anunciador con motivo del regreso. Sus componentes han salido desde la Puerta de la Barqueta para realizar un pasacalles por el barrio de San Gil y acabar en el templo macareno.
Ya dentro de la basílica, ha ofrecido un concierto ante la sagrada imagen, por la que han seguido pasando centenares de devotos, algunos de los cuales tampoco han dudado en cantarle, ya sea en forma de saeta o sevillana. Todas las expresiones musicales en las horas de la alegría. El pequeño certamen de la banda ha comenzado con la interpretación del Himno Macareno, cantado por todos los presentes, para continuar con las marchas más conocidas dedicadas a la dolorosa.
La participación del Carmen de Salteras en esta jornada de reencuentros fortalece la vinculación entre la corporación de la Madrugada y la formación musical, cuyos sones se han hecho inseparables de la Virgen de la Esperanza.
Una de las muchas notas musicales de una mañana que ha puesto fin a 119 días de ausencia. Periodo de vacío que una macarena, con muchos años en la nómina de la corporación, ha resumido en una conocida frase: “No hay mal que por bien no venga”. Final feliz para meses de zozobra.
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