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Una oportuna catarsis para la resurrección

  • El triunfo clave ante el Barcelona, pocas veces tan trascendente, servirá a Emery para reordenar ideas con sosiego durante un parón tras el que ya recuperará efectivos. Los rumores de mal ambiente unieron al vestuario.

Pocas veces un triunfo ha sido tan trascendente, en una fecha tan temprana de una temporada, como el del Sevilla ante el Barcelona. Precisamente el Barcelona, el rival que más se resistía al conjunto nervionense, que no le ganaba un partido oficial desde agosto de 2010 (3-1 en la Supercopa de España que acabaría perdiendo) y no lo vencía en Liga desde marzo de 2007 (2-1). Justo el equipo que más veces ha frustrado al Sevilla en Nervión en este siglo fue la víctima propiciatoria para una victoria clave. Pónganle el adjetivo que quieran a este triunfo salvador: balsámico, catártico, curativo, purificador... Porque todo eso significó ganar al Barcelona para Unai Emery, la plantilla y el club.

El hecho de que la victoria llegase justo antes del segundo parón liguero añade trascendencia a la misma. El ambiente en el entorno del club blanquirrojo se habría vuelto irrespirable de no mediar el éxito ante los azulgrana. Y todas las imágenes y mensajes de los futbolistas y del propio entrenador van encaminados a destacar la importancia de la unión para salir del espinoso avispero en que se había metido el Sevilla. "Entrenar juntos es el principio. Ganar juntos es el progreso. Competir juntos es el éxito. Somos equipo y afición", escribió en Twitter Emery. Esta misma red social fue utilizada por los jugadores, desde Pareja a Vitolo, desde Iborra a Immobile, para destacar la comunión de la plantilla y rechazar la cantidad de bulos y rumores que estaban poniendo en entredicho, hasta extremos que lindaban con lo ruin, el ambiente del vestuario. Porque, en la búsqueda de culpables del mal inicio de curso desde ciertos focos de opinión se estaba poniendo en duda absolutamente todo, desde la propia estabilidad accionarial del club hasta las relaciones entre Emery y Monchi o las fuertes desavenencias entre los futbolistas. Y toda esa atmósfera viciada podría haber creado un caldo de cultivo idóneo para la mayor crisis que se recuerda en la entidad desde el último cambio de presidencia, de no producirse la catarsis que ha supuesto para el Sevilla, para el club y para el primer equipo, ganarle al Barcelona.

Gracias a esta victoria, Emery podrá trabajar con sosiego durante estas dos semanas hasta que el Sevilla retome la competición liguera en Éibar. Además, con más efectivos que en el anterior parón, en el que perdió hasta nueve internacionales. Las bajas por lesiones y el estado cargado de Vitolo han rebajado considerablemente la pléyade de internacionales, con lo que el técnico podrá estar al tanto de cómo su plantilla encauza esta inyección de energía positiva en la intimidad de la ciudad deportiva. Salvo Sergio Rico, Tremoulinas, Krychowiak, Krohn-Dehli y Konoplyanka, el entrenador sevillista podrá seguir las evoluciones de la mayoría de sus jugadores, y acentuar el trabajo que resta por hacer para mejorar las prestaciones del equipo, que aún es grande. Y estas dos semanas sí pueden ser muy fructíferas.

Porque, pese a la importancia de los tres puntos al Barcelona, que además suponen un importante alivio clasificatorio, el Sevilla continuó evidenciando graves carencias de juego. La suerte y Sergio Rico mediaron decisivamente para amarrar la victoria cuando el equipo, desfondado por la falta de refresco ante tantas bajas y el esfuerzo realizado para ponerse con 2-0, se aculó en demasía en su área.

Emery, ya sin la excesiva presión que estaba sufriendo antes de la jornada séptima, debe reordenar las ideas, evolucionar en la transmisión de su propuesta base de juego a sus jugadores, aprovechando que en esta ocasión sólo Konoplyanka, de los nuevos, estará lejos de la ciudad deportiva, en vista de que Krohn-Dehli se subió al barco definitivamente ante el Barcelona.

Después del durísimo mes de septiembre, octubre debe abrir una nueva fase, con igual carga de partidos a partir de la cita en Éibar pero ya con una mayor adaptación de futbolistas como N'Zonzi, fijo para Emery en su proceso de adecuación a las condiciones futbolísticas de la Liga, Llorente, Immobile, Mariano, el propio Andreolli... Y previsiblemente, con un mejor reparto de esfuerzos. La larga lista de lesionados empezará a aliviarse y Banega y Rami, dos pilares del proyecto, deben ser los primeros en regresar al grupo al final de este parón. También Kakuta. A Carriço y Beto les queda algo más; Escudero no tiene una fecha fijada para su vuelta. Y recuperar efectivos también es clave.

Ilustrativa carta de Iborra contra los "desinformadores" de bulos

Iborra publicó este domingo una carta abierta en las redes sociales en las que cargaba contra los que hicieron correr ruines bulos sobre una supuesta infidelidad amorosa. "Hablar hoy sobre ciertas cosas que han ocurrido en los últimos días sería darles importancia a ciertos personajes sin sentimientos, DESinformadores (sic) que se dedican a inventar para que otros sin personalidad den importancia a rumores sin fundamento". "¿Por qué no lo demuestran? Con valentía, no sólo con palabras". El valenciano dijo que el equipo habló en el campo porque "la importancia la tiene el Sevilla, por su historia y palmarés, por su equipo y afición, aunque a muchos les duela", antes de "agradecer a todo el equipo, a esta familia,  por su cariño incondicional y afecto en todo momento" y a "los verdaderos sevillistas". "Estoy muuuu contento. Y orgulloso de mi familia. #vamosmiSevillaFC", concluye.

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