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¿Qué le pasa a Marin?

  • El alemán, que apenas ha ofrecido un par de detalles en la Liga, se pierde la cita de hoy por pequeñas molestias y viaja a su país con permiso del club

Frederic Kanoute sí estará hoy en el Ramón Sánchez-Pizjuán; en cambio Marko Marin, no. Ninguno de los dos podía jugar el partido. El primero, obviamente, porque ya está incluso retirado del fútbol; el segundo, porque apenas se ha ejercitado esta semana y, aprovechando esta circunstancia, ayer por la mañana viajó hasta Alemania con permiso del club, para resolver unos "asuntos personales", según la información oficial. El jugador ni siquiera se entrenó con sus compañeros en la sesión matinal previa a la concentración del equipo. En teoría, el hecho de no haberse ejercitado toda la semana le quitaba opciones de ir convocado y por eso pidió permiso al club, pero con el de ayer habría realizado el tercer entrenamiento de la semana y, con esas leves molestias totalmente superadas, podría haber sido citado para un encuentro tan importante como el de hoy.

Marin afrontaba 2014 como un importante refuerzo para el equipo después de superar una lesión muscular, desde el pasado 6 de octubre, que lo ha tenido fuera tres meses. Reapareció ante el Getafe, como la guinda a la gran exhibición del Sevilla, y todo hacía indicar que había vuelto para completar la versatilidad ofensiva de un equipo que iba a más. Pero apenas ha jugado tres ratos desde entonces, en Elche, en el Calderón, donde es cierto que contribuyó a la mejoría de la segunda mitad, y ante el Levante. A Málaga ya no viajó al persistir esas molestias en los isquiotibiales y se sometió a unas pruebas médicas que no evidenciaron lesión alguna. Sin embargo, el de hoy será su segundo partido de baja en la segunda vuelta.

El fichaje de Marin fue una grata noticia en verano. El Sevilla hizo un esfuerzo para pagar su alta ficha y lo presentó como lo que era, un fichaje de relumbrón, un futbolista de altísimo nivel al que el club nervionense sólo podría acceder en determinadas circunstancias favorables. El regreso de Mourinho al Chelsea y el poco protagonismo que tuvo el año pasado fueron los condimentos idóneos para el caldo de cultivo de su fichaje como cedido, sin opción de compra. Pero siete meses después de su llegada la realidad es que sólo ha completado cuatro partidos de Liga, todos ellos antes de su lesión: Atlético (1-3), Levante (0-0), Valencia (3-1) y Almería (2-1), partido éste en el que el alemán fue decisivo con el centro del gol sobre la bocina de Rakitic. Poco más ha podido ofrecer con la camiseta del Sevilla Marin, si acaso, aquel rato en el Camp Nou, hace ya una vuelta entera. Hoy podría haber sido una baza para el contragolpe, pero no será así. El lunes, en teoría, debe reincorporarse a su trabajo en Nervión.

El futbolista, además, deja declaraciones que invitan a la incertidumbre. "Me siento muy bien en el Sevilla, con el club, con el equipo, con los aficionados... todo encaja. La gente en España me encanta", dijo a mediados de enero: "El Sevilla tuvo a comienzos de la temporada muchos traspasos y muchos ingresos. El club cuenta con dinero, incluso para comprarme a mí", añadió, antes de envalentonarse: "Volverán las comparaciones con Messi, pero necesito dos o tres semanas más". Sin embargo, Rakitic hubo de reconvenirlo con socarronería esta semana, por sus nuevos escarceos con el Chelsea: "Cabrón, ¿ahora te quieres ir?", le dijo con guasa sevillana su capitán y amigo. Su futuro y su destino están en el aire, como las dudas sobre su físico.

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