Deportes

Entre pérdidas y reformas

  • El Valencia quiere consolidarse entre los cuatro primeros pese a las salidas de Silva y Villa en el mercado veraniego · Soldado y Aduriz garantizan la pólvora

Existían mil dudas sobre cómo podía digerir el Valencia las importantes salidas veraniegas de Villa y Silva. Hasta el momento, las dudas parecen disminuir con el paso de las jornadas, aunque el rendimiento de la plantilla esté progresivamente entrando en una irregularidad que pocos preveían al inicio del curso. Sin duda, el conjunto valencianista cambió sus señas de identidad, obligado en parte por la salida de sus dos piezas más significativas, pero ganó en unidad grupal y ahora Emery tiene ante sí el reto de demostrar que no sólo de Villa y Silva vivía su equipo.

Repite el técnico y un buen puñado de nombres de talla internacional. Todo ello unido a la llegada de hombres menos reconocidos pero igualmente prometedores de cara al futuro. La idea es clara: olvidada la opción de gastar por encima de sus posibilidades, el logro estará en conseguir mantenerse entre los privilegiados que logran disputar la Liga de Campeones y soñar con algún milagro en alguna de las competiciones.

sin balón

El técnico del Valencia mantiene su misma línea de juego pese a perder la presencia de una referencia clara como Villa. Soldado y Aduriz le permiten apostar por un 4-4-2 en ocasiones y con ello gana la opción de presionar mejor arriba, frenando la salida del balón de sus adversarios.

Albelda ha perdido privilegios con el tiempo y el centro del campo se ha resentido sin su capacidad de destrucción. El turco Topal garantiza trabajo en medio y llegada arriba, aunque la elección de su acompañante es cada jornada un nuevo misterio para Emery. La opción de Manuel Fernandes es la que convierte la línea en más completa, en mejor preparada para realizar todas las tareas de modo simultáneo.

La salida de Marchena y Alexis ha dejado la responsabilidad de liderar la zaga a David Navarro, que se encuentra cómodo al lado del portugués Ricardo Costa. Mayor dinamismo existe en los laterales, donde las opciones son múltiples. Mathieu y Jordi Alba garantizan profundidad por la izquierda y ambos pueden jugar de extremos si el técnico apuesta por contener más y buscar la sorpresa. En la derecha, tanto Bruno como Miguel sufren demasiado cuando tienen que mirar atrás.

con balón

Hay un hombre elegido para construir cuando Emery arriesga con un centro del campo ofensivo y es Banega. El argentino inventa más que los demás a la espera de que Tino Costa asuma más galones o el técnico se los otorgue. Los hombres de ataque del Valencia siguen siendo su mayor garantía para marcar diferencias. Pablo Hernández, Joaquín, Vicente y Mata abren las opciones de utilizar cualquier sistema y colocar a cualquiera de ellos en todas las posiciones que inciden en la mediapunta. De ellos dependen Soldado y Aduriz, que a domicilio suelen jugarse un puesto para que Mata actúe de enganche o lo haga Chori Domínguez.

Emery ha perdido a puntales importantes, sin duda, pero también ha crecido en la obtención de una plantilla más completa, con más opciones en cada posición pese a que ninguna de ellas sea de un primerísimo nivel. Sólo queda esperar que algunos actores secundarios sean capaces de hacer olvidar a los protagonistas que abandonaron la nave de Emery.

lo mejor

El potencial ofensivo del Valencia a partir del centro del campo.

lo peor

La ausencia de un hombre capaz de marcar las diferencias.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios