betis - llagostera · la previa

Una piedra trampa en el camino

  • El Betis recibe al Llagostera, revelación de la segunda vuelta, con la euforia de acariciar el ascenso.

Apenas falta un peldaño de esa escalera que conduce a la Primera División, pero el ambiente de euforia que se respira alrededor del Betis se ha convertido en su mayor problema. Aunque Pepe Mel viene mentalizando a sus pupilos de lo que les espera esta tarde con la visita del Llagostera, ese rival sin apenas pedigrí pero que ha entendido a la perfección lo que se demanda en esta categoría, aislarse de todos los comentarios, tanto propios como de los rivales, que se vierten sobre el futuro del equipo verdiblanco se antoja indispensable para competir con garantías.

Si los verdiblancos se han consolidado como el mejor equipo de la segunda vuelta, el Llagostera es la revelación de la categoría, con una racha de 12 encuentros sin conocer la derrota -siete victorias y cinco empates-, lo que lo ha llevado a pasar de luchar por la permanencia a optar por un sitio en el play off de ascenso. Con la solidez defensiva como principal argumento, este equipo dirigido por su dueño, Oriol Alsina, reúne todas las características de esos rivales incómodos, de esas piedras trampa que siempre aparecen en el camino de un ascenso.

Ante ese tipo de partido áspero viene preparando Mel a su equipo, con entrenamientos en los que ha insistido en la necesidad de abrir el campo, de tener paciencia en la elaboración y, por supuesto, en un repliegue rápido para evitar los contragolpes de un Llagostera, que no se amilana ante nadie. Para ello, el preparador bético colocará de inicio a Dani Ceballos, suplente ante el Alavés por esas molestias que sufrió durante la semana. El utrerano ejercerá de manijero, esa posición donde Mel afirma que podrá valer millones, y que asegura una mejor salida de pelota a los verdiblancos. Su acompañante será Xavi Torres, más fiable para el técnico que el despliegue físico, y alocado, de N'Diaye o que Reyes, al que se le suceden los problemas.

El resto del once se mantendrá inamovible con respecto al que venció en Mendizorroza hace siete días. Así, Casado repetirá en el lateral izquierdo, pese a que Varela ya se encuentra recuperado; Kadir y Portillo ocuparán las bandas, con el argelino más cerca de la cal que el paleño, a quien le gusta asociarse por dentro; y la pareja de delanteros no hace falta casi ni nombrarla, con Rubén Castro y Jorge Molina marcando goles cinco años después de la llegada de ambos al club.

El canario, al que se lo ve más liberado en las últimas semanas después de todos los problemas extradeportivos que lo han rodeado, tiene el reto de superarse a sí mismo en su registro de goleador en el Betis; Jorge Molina, mientras tanto, acumula nueve partidos seguidos anotando en Heliópolis. Casi nada. Y todavía alguno apostaba por su salida en el mercado invernal cuando no contaba para anteriores entrenadores...

Con 71 puntos y ocho de ventaja con respecto al tercer clasificado, el Sporting, el Betis acaricia el ascenso e incluso el debate instalado entre sus aficionados pasa por dónde será el lugar en el que definitivamente se alcance matemáticamente. Para conseguirlo cuanto antes, un aspecto que favorecería a esa planificación iniciada por el nuevo director deportivo, el Betis necesita amarrar los puntos ante el Llagostera, de ahí que los mensajes de cautela se hayan repetido en el vestuario. Nadie se fía del conjunto catalán e incluso entre los jugadores se señaló el encuentro de Vitoria y éste de hoy como los más complicados que quedaban en el calendario bético hasta el final de la temporada.

La motivación del rival supondrá otro problema añadido. Si medirse al Betis en el Benito Villamarín ya es un aliciente para todos los equipos de Segunda, el Llagostera acude hasta con nueve futbolistas con un pasado en el fútbol sevillano, cuatro con vinculación al Sevilla y cinco con el propio Betis. De hecho, en el once inicial que se espera para esta tarde se coloca a siete de ellos -René, Samu de los Reyes, Jordi López, Ríos, Querol, Sergio León y Juanjo-. Otro motivo más para evitar la confianza. Eso sí, el cuadro catalán acudirá a Heliópolis mermado en defensa e incluso se especula con Querol como improvisado lateral diestro, después de que a la ausencia de Masó por sanción se le haya sumado la de Aimar, que con un problema en el nervio ciático se quedó finalmente fuera de la lista.

A Mel, que ayer insistió en las jugadas de estrategia, uno de los puntos fuertes de su rival, le preocupa principalmente que su equipo se considere ganador antes de tiempo, que la cercanía con el objetivo pueda relajar a un vestuario tendente a distraerse con facilidad. El aliciente de proclamarse campeón y de alcanzar los 80 puntos es el nuevo estímulo lanzado para que el Betis dé otro paso adelante en su abandono de la Segunda División.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios