El optimismo ha desaparecido en Heliópolis en las últimas semanas. Los malos resultados -sólo se han sumado seis de los últimos 18 puntos-, la distancia con respecto a la zona de ascenso que ha vuelto a colocarse en cuatro puntos, las lesiones o sanciones y, sobre todo, las malas sensaciones que desprende el equipo han provocado que el favoritismo que se le otorgara al equipo verdiblanco hace no demasiadas fechas no aparezca por ningún sitio.

La realidad de la Segunda en los últimos años tampoco es más halagüeña para los intereses béticos, o al menos eso se desprende del análisis de las clasificaciones a estas alturas de la temporada. En los diez últimos años, únicamente Osasuna en la temporada 99-00 logró conseguir el ascenso cuando se encontraba en la jornada trigesimoquinta a cuatro puntos de Primera, una situación idéntica a la que sufre el Betis ahora mismo.

Entonces, el conjunto rojillo sumaba 51 puntos, mientras que en el tercer puesto se encontraba el Lleida empatado con el Villarreal. El equipo navarro sumó 16 de los últimos 21 puntos en juego para finalizar con 67, lo que le sirvió para desbancar al conjunto catalán de la zona de ascenso.

Desde entonces, ningún equipo ha conseguido superar esa distancia a siete jornadas del final y sólo lo realizado por el Getafe en la temporada 2003-04, cuando se encontraba a tres de la zona de ascenso, alcanza alguna similitud. El conjunto madrileño sumaba 57 puntos por 60 que acumulaba el Alavés y en el sprint final de campeonato fue capaz de superar esa renta para subir a Primera.

Los casos de Osasuna y Getafe son los únicos que invitan al optimismo en estos diez últimos años y a los que se agarra el equipo verdiblanco para mantener al alcance el sueño del ascenso. Pese a todo, lo que ha ocurrido en la mayor parte de las ocasiones es que los equipos que ocupaban las tres primeras posiciones a estas alturas de la temporada han obtenido la recompensa del ascenso, al mantener las ventajas obtenidas.

El Betis de Víctor Fernández está obligado a volver a la senda del triunfo si quiere mantener sus opciones de ascenso hasta el final, para lo que el encuentro ante el Murcia se antoja como clave para poder llegar a emular a ese Osasuna que se coloca como el precedente más optimista.