La vida saludable cada día gana más adeptos a sus filas. Una muestra de ello es el aumento de personas que sé que se registran en la aplicación Strava, una de las más utilizadas por los fanáticos del running y que se encarga de registrar y compartir las actividades de los atletas de casa. Ya en 2018 esta popular aplicación llegó a superar los 36 millones de usuarios. 36 millones que corriendo entre todos recorrieron más de 1.520 millones de kilómetros lo que equivale a más de 38.000 vueltas al mundo. Una cifra nada desdeñable.

Aprovechando el tirón de salir a correr ha nacido en Suecia una iniciativa global y cada vez más multitudinaria que combina este deporte con el cuidado y la protección del medio ambiente. El plogging.

Pero, ¿en qué consiste esta práctica?

Los participantes, también conocidos como ploggers, salen a practicar su deporte favorito al aire libre, como el running o el senderismo, armados con una bolsa de basura y dispuestos a recoger todos los residuos o desperdicios que encuentran por su camino.

El curioso término, plogging, es una nueva palabra que nace al mezclar el sueco y el inglés. Del sueco toma la palabra plocka upp, que significa recoger, mientras que del inglés usa jogging, que en español se traduce como trotar. 

Esta cordial práctica con el medio ambiente nació de la mano del sueco Erik Ahlström, que tras dejar su pueblo natal y mudarse a una gran ciudad como Estocolmo comenzó a recoger basura  cada vez que salía a correr.

Poco a poco la peculiar rutina de Erik fue extendiéndose por todo el país mediante eventos populares de gran acogida. Hoy, con la ayuda de las redes sociales y la importancia de actuar ante el cambio climático, hay más de 20.000 personas involucradas con esta práctica al día y en más de un centenar de países, incluido España.

Una curiosidad es que también es posible realizar este deporte bajo agua. Lo necesario es llevar una bolsa o red en la mano para poder filtrar el agua pero que el residuo se mantenga dentro de la bolsa. Así se evita que los desechos que introducimos no vuelvan al fondo marino, ni que ningún ser vivo se quede accidentalmente dentro de nuestra captura.

Los residuos que se recogen varían. Si la práctica se realiza en grupo podemos dividir a los individuos entre los diferentes tipos de residuos que existen como plástico, papel, vidrio, restos orgánicos, o pilas y cigarros, cada uno es responsable de extraer la parte que le toca