Con la boca pequeña dicen sufrir como en un potro de tortura. La mayoría está en el consejo para hacerle un favor al Betis, porque no han podido irse, porque había que cuadrar las cuentas de la próxima asamblea, porque han de presidir la misma, porque... Eso sí, a Madrid fueron Platas, Montoro, Catalán, Gordillo y Feria -director general-, además de Alexis y Chuti Molina. Menos que al Bernabéu, eso sí, y ya sin los satélites de Gesalus y demás que los acompañaban otrora.

A quien quiera oírlos y creerlos les dicen eso: que se quieren ir pero no pueden. Pero su entorno, que es el entorno del Betis y el que los ha puesto ahí a la mayoría de forma directa o indirecta, actúa de manera contraria, ya que la maniobra que hoy persiguen es dilatar el máximo posible la resolución en primera instancia de la Audiencia de las medidas cautelares que pesan sobre el paquete mayoritario desde el famoso auto de la juez Mercedes Alaya de 16 de julio de 2010. Más de cuatro años ya.

El motivo no es otro que permitir al administrador judicial, Francisco Estepa, acudir a la próxima Junta General de Accionistas de nuevo representando el 51,34% de las acciones de la entidad. Es decir, un abogado cordobés no bético y a sueldo por un juzgado, volverá a estar sostenido por los hilos del entorno para seguir manejando el futuro de la sociedad.

Ante la seguridad de lo que es más que una sospecha, la defensa de algunos de los procesados, entre ellos la de Lopera, envió recientemente un escrito al presidente de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Sevilla para poner en su conocimiento el retraso que está sufriendo la tramitación del recurso de apelación presentado. "Esto pretende influir decisivamente en que la Junta General de Accionistas se celebre antes de que la propia Audiencia tenga conocimiento del recurso", argumenta uno de los abogados del proceso que se sigue. "La juez está tratando el sumario como si de un proceso abreviado se tratase, realizando una serie de trámites innecesarios, con el único fin de dilatar el proceso", añade el mismo jurista.

Sea como fuere, lo cierto es que uno de los principales motivos de que la Junta no esté ya convocada es que el entorno cada día asesora menos a Estepa, consciente de que no ha acertado ni una, y además éste es cada vez también menos permeable. El cordobés busca un presidente para el Betis y no lo halla. José Miguel López Catalán, el único consejero bético y con acciones, prefiere esperar una época mejor para postularse. Platas sabe que no puede seguir y, además, el desconocimiento del tejido bético es tal que de sus más de 36.000 socios -al estadio van 30.000 o menos- no les vale ninguno. Y eso que hay de todo. Pero, claro, como ellos entraron todos a dedo por la puerta de atrás...