Marcelino no convenció ayer a nadie, ni con el planteamiento del partido, ni con los cambios, ni con las explicaciones. Negó que tuviera intención de dimitir y no analizó en profundidad lo que acontenció cuando habló con José María del Nido: "Como siempre, como después de todos los partidos", dijo escuetamente. "Hemos hablado del partido y nada más. ¿Mi sensación? Estamos muy fastidiados todos".

La destitución estaba en el aire: "Si lo consideran así, lo tengo que aceptar, los resultados son los que son. A los entrenadores no nos echan las personas, sino los resultados. Si ellos creen que con un cambio le dan la vuelta a esto...". Al asturiano le preguntaron si se veía en el banquillo el próximo partido: "Creo que sí, pero si no es así no los consideraría culpables (a los rectores sevillistas); siempre están conmigo, arropándome, dándome confianza, seguridad, apoyo. La situación es incómoda para todos".

Marcelino dio la sensación de estar entregado a los hechos: "Me siento capacitado, trabajo para ello, pero la evidencia es que los resultados no se modifican, jugando con tres, con cuatro, con 4-1-4-1... Los resultados son tremendamente negativos, y trabajaré hasta el momento que quieran aquellos a los que toca tomar una decisión", dijo resignado.

El técnico descartó que los jugadores no estén comprometidos. "Pero es que no deben estarlo conmigo, sino con el club, con los compañeros, y luego tienen que creer en quien los dirige".

Pero, dejando a un lado sus respuestas sobre su situación personal, no estuvo muy convincente con su exposición sobre el partido, aunque explicó que quitó a Medel por un problema físico: "En el primer tiempo tenía el Villarreal más dominio del juego, llegábamos y generábamos ocasiones, el rival también a partir del minuto 30 y pico. Teníamos que cambiar, con más gente por dentro, porque no éramos capaces de recuperar el balón. Había llegada y situaciones de peligro, pero no continuidad. De esta forma ya jugamos aquí con el Valencia, en Levante y algún partido más. No creo que haya sido un suicicio, hemos buscado más igualdad en el mediocampo, y más gente por fuera. Teníamos situaciones de igualdad en la defensa, pero lo único que busqué con los cambios fue intentar ganar el partido". "No hemos tenido equilibrio, porque hemos buscado una situación de riesgo -explicó-, apostando por la victoria. Mi ánimo fue ir por el partido. Creíamos que nos iba a dar el dominio del juego. Su portero hizo intervenciones brillantes; fue un partido de ida y vuelta, ellos dejaban también gente descolgada", analizó el asturiano.