La revancha de Mourinho

Un partido planteado a la perfección ante el equipo que lo despidió. Una victoria que puede cambiar el curso de un equipo siempre ligado al fracaso. Cientos de hinchas aclamándolo: así se resume la revancha personal de José Mourinho tras eliminar al Chelsea de la Liga de Campeones.

La inapelable victoria del Inter por 1-0 el martes en Stamford Bridge, que lo deposita en cuartos de final de la Liga de Campeones, situó de nuevo al técnico portugués en la dinámica interna de los blues, rendidos ante lo que él mismo dijo ser y cree seguir siendo, alguien "especial". Mourinho ya había dejado una perlita autoreivindicativa para quien quisiera oírlo en la conferencia de prensa pre-partido. "La vida sigue. Yo sigo ganando cosas importantes. Ellos ganan... algo", dijo, comparando la Liga italiana obtenida la temporada pasada con la única victoria de la que puede presumir el Chelsea desde su despido, una Copa Inglesa.

El ruso Roman Abramovich lo echó en septiembre de 2007 del club después de tres exitosas temporadas. Mourinho, orgulloso como nadie, esperó la oportunidad y, después de secar al Chelsea gracias a un dibujo táctico brillante, sirvió su venganza con sutileza. No hizo gestos ni se paseó triunfal en el césped. Es más, se fue al vestuario segundos antes del pitido final. Pero habló. "Roman es una persona muy inteligente y por eso no es el mismo que cuando llegó al fútbol. Cuando llegó al fútbol, probablemente pensaba que sería fácil. No lo es, es difícil. Los equipos ganan por pequeños detalles. Él sabe ahora que no es fácil, sabe ahora cómo leer un partido y que su equipo perdió contra otro que mereció la victoria. Él es un hombre de clase, así que aceptará la derrota porque sabe que el Inter fue el mejor equipo".

Al ruso le sumó involuntariamente un puñal Massimo Moratti, presidente de los italianos: "¿Elegir uno sobre todos? Mourinho. Tuvo el coraje en las decisiones que hace falta en jornadas como esta".

Los periódicos británicos también colaboran lo suyo: "Todavía el special one, todavía el rey de Stamford Bridge, todavía el gran maestro de la táctica", escribió el Daily Telegraph. "¿Por qué lo echaste, Rom?", tituló The Sun. "El entrenador del Inter le ganó de mano a Carlo Ancelotti para orquestar una clase maestra del contraataque", asegura The Times. The Guardian simplemente describió que lo sucedido "es, para ser precisos, una mancha desagradable en los anales del club".

Mourinho puede apuntalar su venganza con el paralelo que surge entre Inter y Chelsea, dos obsesionados con la Champions que suelen gastar mucho dinero para ganarla y terminan siempre desgarrados. El luso llevó a los nerazzurri a un imposible en las últimas temporadas: se clasificó a cuartos de final como visitante, ante un poderoso y ganando. Un milagro festejado como un campeonato por sus hinchas, a tal punto que cientos de ellos esperaron al equipo a su llegada a Milán.

Desde la edición 2002-2003, cuando se clasificó a semifinales en Valencia -y perdiendo, sólo pasó por el gol fuera de casa-, el club no vive algo parecido en el máximo nivel europeo. Pasaron tres eliminaciones en octavos de final, dos en cuartos y hasta una en primera ronda. Pero después de caer en octavos ante el Manchester United en 2009, Mourinho decidió que hacer historia sabe mejor si se condimenta con una esperada revancha personal.