El sevillano Antonio Serradilla, campeón de europa: justicia para un luchador

Pocos jugadores en la Final Four merecían tanto como Antonio Serradilla levantar el título de la Champions. El jugador sevillano, que dio sus primeros pasos en el BM Montequinto, se ha proclamado campeón de Europa tras la victoria con el Magdeburgo sobre el Fuchse Berlín (26-32). Justicia poética para quien nunca dejó de creer.

Ya lo anticipó en Diario de Sevilla que sería un fin de semana especial porque iba a estar rodeado de su familia, amigos y su pareja. Lo intuía, y no se equivocó. Lo vivido en Colonia quedará grabado para siempre en su memoria, como uno de esos capítulos imborrables.

Pero el camino no ha sido fácil, ni mucho menos lleno de rosas. Hubo un día en que recibió una noticia que le dejó helado: tenía un tumor le dijeron los médicos que sería muy difícil volver a jugar al balonmano al más alto nivel. Se llevó las manos a la cabeza, igual que lo hizo en las semifinales ante el Barça, tras recibir dos exclusiones de dos minutos prácticamente seguidas, dejando a su equipo en inferioridad en un momento clave y con el marcador igualado. En esa situación, muchos hubieran tirado la toalla, pero Antonio es de los que no se rinden. Volvió a la pista para hacerse gigante en defensa, provocar faltas en ataque y ser, una vez más, determinante en el pase a la final.

Y en la final... volvió a sacar las garras. Fue decisivo, una vez más, con un enorme trabajo defensivo, frenando en muchos momentos a Gidsel e incluso marcando un gol. Un partido cargado de emociones para él, no sólo por lo que estaba en juego, que ya era mucho, sino también porque era su último encuentro con la camiseta del Magdeburgo. Sin embargo, este capítulo se cerró antes de tiempo y seguramente no como él esperaba; en una acción sobre Marsenic, fue expulsado tras la revisión arbitral. A pesar de la baja del sevillano, su equipo resistió para volver a recuperar la corona.

Hace unas semanas, su afición le despidió a lo grande con un homenaje que él mismo calificó como “emocionante” y aseguró que fue “el mejor día” de su carrera como jugador de balonmano. Ahora, a su regreso, Antonio Serradilla será recibido como un héroe y con el trofeo de la Champions bajo sus brazos. En sólo un año en el equipo, se ha ganado el corazón de su afición. Ahora le espera un nuevo desafío: el Stuttgart, pero la vida le debía una y ahora Antonio Serradilla puede decir en voz alta que es campeón de Europa.