¿Dónde está el techo de Vitolo? Viendo el nivel de su juego, su imparable línea ascendente, aún no se adivina. Es sin duda el jugador del Sevilla más regular en este inicio de temporada. Y su peso específico en el equipo es ya enorme. Titular indiscutible en una línea, la de los mediapuntas, de mucha competencia, su presencia en la selección española no es más que un justo reflejo de lo que aporta. Ante el Borussia volvió a ser el mejor y encima fue el sevillista que más metros recorrió, según contabilizó la propia UEFA: 11.469.

El isleño fue hace dos años un fichaje de perfil bajo para el aficionado sevillista, una de esas apuestas de Monchi, quien a buen seguro valoraba entonces las cualidades y posibilidades del canario muy por encima de la expectación que despertó su contratación. Y tanto ha crecido el fino atacante con la elástica blanca en este bienio, que la cláusula de rescisión de 25 millones de euros, acordada hace un año con su renovación hasta 2019, no se considera ya un blindaje, ni mucho menos.

El pasado verano, el nombre de Vitolo figuraba, junto a Krychowiak y en menor medida Banega o Gameiro, en esa peligrosa lista de jugadores por los que algún pretendiente podía llamar a la puerta del Sevilla, a última hora y sin margen de maniobra para cubrir el importante vacío que dejaría su marcha.

A Simeone, por ejemplo, le encanta el ex jugador de la UD Las Palmas y el Atlético se planteó negociar con el Sevilla su contratación el pasado verano, aunque finalmente no diera el paso. El próximo verano, de seguir su progresión, esa cláusula de rescisión será un señuelo para más de uno.