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El sprint del caracol

  • Emery cree que el Sevilla incluso puede llegar a la sexta plaza si gana en Málaga. "Hay que ser ambicioso".

La teoría de la zanahoria es una vieja treta con la que el sevillismo vio a su equipo conseguir objetivos más altos de los que podía imaginar y Unai Emery, quizá contagiado por el espíritu que en este aspecto siempre contagió a sus súbditos José María del Nido, exige al equipo mucho más de lo ofrecido a la fecha. Pero la clave estará en el duelo de mañana ante el Málaga en la Rosaleda, en cuyas vísperas el entrenador guipuzcoano se atreve a decir que el Sevilla puede optar (por qué no) incluso a entrar en Europa con la sexta plaza.

Emery tuvo que valorar los comentarios que hay sobre la vía que el Sevilla tiene abierta con la reclamación del Málaga en el TAS para poder participar en torneos organizados por la UEFA. "No creo que le influya para nada. Ni me produce pique alguno el hecho de que optemos a esa octava plaza. Sí que será un derbi andaluz, diferente a lo que son los Sevilla-Betis, pero nosotros no peleamos por esa octava plaza, sino por la séptima y, si somos aún más exigentes, hasta por la sexta. Sabemos que está difícil, pero está en nuestras manos. Hay que ser ambiciosos, siempre hablamos de estar lo más arriba posible", indicó el preparador sevillista, que ha renovado sus energías con la solvente y convincente victoria que los blancos lograron ante el Espanyol en la última jornada.

Claro está que ganar fuera sigue siendo la asignatura pendiente de este equipo y esta semana toca jugar lejos del Sánchez-Pizjuán: "Lo hemos intentado de una forma más defensiva, de otra más ofensiva… y se nos ha cerrado la puerta a la victoria. Pero soy optimista. El equipo lleva dos partidos fuera en los que ha estado más cerca de ganar que de perder, así que el equipo puede y debe trabajar con optimismo y poner en práctica el domingo todo el trabajo productivo que está haciendo en casa. Creo en la capacidad del equipo, hay cosas que se están haciendo bien y hay que hacerlas el domingo, sabiendo las dificultades que vamos a tener, pero también teniendo en cuenta la fortaleza que tenemos".

De todas formas, Emery es consciente de que el equipo tiene que acelerar. Las opciones están intactas pese a que los tropiezos han sido continuos. Por eso Emery no dudó en catalogar la actual Liga en "una carrera de caracoles en la que nos estamos acercando a la séptima plaza, pero muy poco a poco. Hay tiempo, tenemos oportunidades, pero tenemos que acelerar el ritmo porque, si no, tenemos el riesgo de no llegar", añadió.

Y la definitiva debe llegar en la visita a La Rosaleda: "Las anteriores oportunidades las hemos ido superando, más o menos, pero han sido insuficientes hasta hoy. Por lo que tenemos dos opciones: O seguimos así y llegamos a la última jornada con el agua al cuello, o coger la oportunidad de ir solventándolo con una victoria el domingo. Nos tenemos que aferrar a eso, a adelantar y acelerar esa carrera de caracol que llevamos. Creemos en nosotros, está cerca, pero tenemos que dar un paso más firme".

En las últimas palabras de Emery quedaban resumidas pinceladas del pasado, con el recuerdo de esa primera final disputada en Eindhoven de la que ayer se cumplían siete años, el presente con lo que se está jugando el equipo y el futuro con el próximo proyecto. "Ahora mismo estamos lejos (de lo de Eindhoven), pero la entidad trabaja para crear unas bases sólidas y fuertes. La ilusión la tenemos puesta en cotas altas, de hecho queríamos volver a Europa por la primera puerta, la Champions, pero no ha podido ser, pues a por la segunda. La cosa es que se pueden sentar bases para repetir gestas como ésas y se hará", resumió el técnico de Fuenterrabía.

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