El Mercado Alternativo Bursátil (MAB) ha vivido durante el mes de julio sus sesiones más críticas a raíz del escándalo de la estrella del parqué, Gowex, cuyo primer directivo, Jenaro Castro, admitió en la Audiencia Nacional que falseó las cuentas durante al menos cuatro años. La confesión vino después de que una desconocida firma de análisis estadounidense, Gotham, divulgara un informe en el que ponía en duda las cifras aportadas por la compañía.

La polémica ha puesto en el ojo del huracán al resto de los valores que cotizan en el MAB, un mercado de reciente creación en el que cotizan empresas que aún no tienen dimensión suficiente para saltar a la Bolsa pero con un gran potencial de crecimiento. Uno de los objetivos del MAB, cuyos requisitos de transparencia no son tan elevados como en el Mercado Continuo, es facilitar una vía alternativa de financiación para estas compañías.

Carbures, la empresa gaditana especializada en la fabricación de estructuras en fibras de carbono, ha sido una de las empresas damnificadas por el efecto contagio de Gowex. Durante el mes de julio sus acciones han sufrido grandes altibajos.

El valor cerró ayer a 21,04 euros, un 27% menos que hace un mes, aunque se ha recuperado un 9% desde el mínimo marcado el pasado día 14. Justo ese día salía al paso de la sangría bursátil adelantando sus resultados hasta mayo. La compañía anunció un beneficio antes de impuestos de 7,5 millones, un 126% superior al del mismo periodo del año anterior. Además, contabilizó una cifra de negocio que avanzó un 2,3%, hasta los 47,6 millones

Pese a las oscilaciones de las últimas semanas, la compañía acumula una revalorización de más del 60% en 2014. Se ha erigido en una de las estrellas del MAB, atrayendo, como es habitual, tanto a inversores estables como a especuladores a los que les interesa enfriar o calentar el valor. Intentado seguir la estela de Gotham, una desconocida firma de análisis de corta trayectoria con sede en Barcelona, Blackbird, ha divulgado sendos informes críticos con Carbures, el último de ellos presentado el pasado jueves, con pocos datos que sustenten sus argumentos. Blackbird cuestiona tanto su valoración en el mercado -situándolo en torno a los 6,51 euros, un 71% inferior a su precio actual- como el plan de negocio de Carbures, insistiendo en que es "demasiado ambicioso" y contempla "muchos riesgos". Esta visión contrasta con la de los analistas de Mirabaud, Beka Finance o BBVA, que sitúan su precio objetivo por encima de los 40 euros.

Mientras tanto, la compañía sigue con su estrategia de expansión. Esta semana anunció la adquisición de una empresa de ingeniería mexicana, Pypsa, lo que supone su quinta compra en lo que va de año. Además, está tramitando la concesión de un crédito de 70 millones por parte de un grupo de bancos liderado por el BBVA.

La firma gaditana tiene previsto celebrar el próximo 12 de agosto una junta extraordinaria de accionistas en la que planteará la exclusión en el MAB para dar el salto al Mercado Continuo. Su capitalización bursátil supera los 400 millones de euros, lo que le acerca al umbral mínimo para su admisión. Además de suponer una muestra de madurez empresarial, el hecho de someterse a unas normas mucho más exigentes de transparencia permitirá a Carbures acabar con las dudas sobre su proyecto.