Loyola pronostica un crecimiento a la japonesa para España y Andalucía

La "japonización" de la economía, traducida en estancamiento o un crecimiento insuficiente, está ahí. Al menos eso es lo que se deduce del segundo informe de proyecciones macroeconómicas de la Universidad Loyola Andalucía, presentado ayer en la sede de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA). En el verano, el documento Loyola Económico Outlock proyectaba un crecimiento entre el 1% y el 1,2% para España y algo superior para Andalucía, entre el 1,1% y un 1,3%. Varios meses después, el estancamiento de la Eurozona aparece como un fantasma, y obliga a rebajar las cifras, especialmente en lo que se refiere al año 2015. Para 2014, la previsión de crecimiento, tanto para Andalucía como para España, es idéntica que la del verano, pero en lo que respecta al año que viene Loyola se muestra entre los servicios de estudios más pesimistas: 1,6% para el conjunto del país, muy lejos ya del 2% del Gobierno e incluso por debajo del 1,7% del Fondo Monetario Internacional (FMI); y 1,7% para Andalucía, una décima por debajo de lo pronosticado por la Junta hace pocos días. La cifra se aleja del 2% pronosticado por el servicio de estudios de Unicaja, Analistas Económicos de Andalucía. "Nosotros la ponemos muy entre paréntesis, somos más pesimistas", declaró Manuel Alejandro Cardenete, director del departamento de Economía de la Universidad Loyola Andalucía.

De cumplirse el pronóstico de Loyola, ni el Gobierno central ni la Junta podrían cuadrar sus presupuestos -ya que estos se calculan en función del crecimiento del PIB- y eso obligaría a incrementar el volumen de deuda pública.

Cardenete ya anticipa que en gran parte el crecimiento de 2015 se deberá a la rebaja fiscal, "que alimentará cierto consumo y ayudará al calentamiento de la economía". La realidad que observa es que el crecimiento se moverá en los próximos años en el entorno del 1% y no, como sería preceptivo para que cualquier país desarrollado despegue, en el 2%-2,5%. El caso andaluz es similar, e incluso empeorado: "La estructura productiva no ha cambiado con la crisis, nos basamos en sectores que demandan una gran cantidad de consumo interno". Si Andalucía crece algo más, es porque viene de mucho más atrás, argumenta.

La gran prueba de esta anemia en el crecimiento es el mantenimiento de altos niveles de paro. Loyola incluso empeora algo su previsión para Andalucía respecto al verano, de entre 34% y 36% de tasa a final de 2014 a entre 34,5% y 36,5%. Y sólo rebaja medio punto estas cifras en 2015 (34%-36%). A nivel nacional, empeora en 0,5 puntos la parte alta de la horquilla: de entre 24,5% y 26% previsto en el verano de 2014 a entre 24,5% y 25,5% de esta última proyección. Cardenete atribuye la leve rebaja de la tasa de paro en 2015 a la paulatina reducción de la población activa, y no a la creación de empleo. "Hay el mismo número de sillas (empleos) que antes de la crisis pero más población, y o sale gente o se crean más sillas, pero no hay datos para pensar que va a aumentar el número de sillas", afirma.

En cuanto a la inflación, el servicio de estudios descarta el riesgo de deflación y pronostica un repunte del 1% en 2014 en España y del 0,8% en Andalucía.