Sólo el 5% de las empresas que facturan más de 100 millones son andaluzas

Un informe de Infoempresa con datos del registro mercantil refleja la debilidad del tejido empresarial andaluz. El 95,5% de las firmas son micropymes de menos de diez empleados.

Sólo el 5% de las empresas que facturan más de 100 millones son andaluzas
Tomás Monago / Sevilla

15 de noviembre 2014 - 05:02

Un reciente informe del Consejo Empresarial para la Competitividad, el think tank de las grandes empresas, alertaba de que la gran concentración de microempresas en España, mucho mayor que en Alemania, Francia o Reino Unido, supone una debilidad para la economía. Porque el tamaño hace a las firmas más productivas, más tendentes a innovar y propensas a la exportación. Si convergiéramos hacia los países más avanzados de Europa -con mayor número de grandes y medianas empresas- el Consejo calcula que se incorporarían al mercado 15.000 nuevas empresas de más de 50 empleados y se crearían de modo directo 400.000 nuevos puestos de trabajo. De no conseguirse este objetivo el empleo seguiría sometido a una dinámica "cíclica" y crecería sólo de modo "inercial", algo que se considera insuficiente.

La demografía empresarial española indica que, a día de hoy, queda muchísimo camino por recorrer. Y que la crisis ha significado un retroceso. En nuestro país, el 93,8% de las empresas tienen menos de 10 trabajadores, según datos de Eurostat referidos a 2013, frente al 83,2% de Alemania o el 89,6% de Reino Unido. Estas microempresas concentran el 40% del empleo, pero aportan sólo el 27,7% del Valor Añadido Bruto, unos 30.000 euros por trabajador, frente a los 52.300 de las empresas de más de 50 empleados. La sobreabundancia de micropymes propicia, según el Consejo, que la brecha de productividad de España con Europa sea de un 12% en términos de PIB por hora trabajada y de un 24% con Estados Unidos.

En Andalucía la situación se agrava. En el Informe económico Andalucía 2013 que elabora la Consejería de Economía se reflejaba que las micropymes (menos de 10 empleados) acaparan el 95,5% de las empresas (datos de 2012), 1,7 puntos más que España. Esa característica se aprecia aún mejor si miramos el número de trabajadores por empresa. Cada firma en el sur emplea, de media, a 4,1 personas, frente a las 4,9 de España y 6,4 de media en la UE. Además, el número de empresas con más de 50 empleados es, porcentualmente, la mitad que en Europa y también menos que en España.

Esa estructura se observa bien en el último informe de infoempresa.com, realizado a partir de los datos del registro mercantil. Las grandes empresas con sede en Andalucía (más de 250 trabajadores) facturan 40.000 millones, el 3,81% del total nacional, 980.000 millones. El peso de las firmas de mayor tamaño no se corresponde con la importancia de Andalucía en el PIB. Están, en ventas, por debajo de Madrid, Cataluña, País Vasco, Comunidad Valenciana y Galicia. En número, sólo el 6,53% de las empresas de gran volumen están en Andalucía, que ocupa en este ranking la quinta posición. Y la región sólo representa el 5,4% (81) de las 1.500 que en España facturan más de 100 millones de euros. Por provincias, el efecto capital beneficia a Sevilla, que concreta el 47,42% de la facturación de las grandes empresas en Andalucía.

La evolución desde 2008 del número de empresas de más de 10 trabajadores (pequeñas) y entre 50 y 250 (medianas) refleja además que en Andalucía, más allá de objetivos, se asiste a un fenómeno de polarización. Así, el tejido empresarial se ha destruido de forma importante en todos los tramos, pero más en los intermedios. Las firmas de menos de 10 trabajadores (micros) sólo se han reducido un 10% y las grandes empresas un 33% (de 678 a 453), pero las de entre 10 y 50 se han contraído un 56% y las medianas (de entre 50 y 250) un 55%. Más de la mitad en los dos casos: la clase media empresarial, en declive.

Todo lo avanzado en años anteriores para lograr un tejido empresarial sólido y no basado casi exclusivamente en miniempresas parece haber caído como un castillo de naipes. Miguel Soto, profesor del Instituto Internacional San Telmo, afirma que más allá de la crisis hay "un problema de cultura empresarial individualista, subordinada al interés personal a corto plazo". Y continúa: "Para formar economías de escala hay que profesionalizar, formar equipos, entrar en fusiones, hacer compras, etcétera". Y el problema es, afirma, que muchos se conforman con su pequeña parcela, reacios a pactar con otros "por la desconfianza existente entre los propios empresarios". A eso ayuda la "opacidad" de muchas pymes a la hora de formular sus cuentas, cuya elaboración no se basa en la transparencia, sino en criterios fiscales "para ahorrarse impuestos".

Rogelio Velasco, profesor de Empredimiento de la IE Business School, refleja con una frase lapidaria la realidad: "No hay verdadera ambición empresarial". "No se entiende que los grandes grupos hoteleros tengan sede en Madrid, Barcelona y Palma de Mallorca; Andalucía debería contar con uno o dos grupos hoteleros a la altura de Meliá o AC". Lo mismo ocurre en la agroindustria, donde ninguna empresa llega ni siquiera a los mil millones de euros, aun siendo Andalucía una potencia en este sector.

10 Comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último

Father mother sister brother | Crítica

Destilación de la esencia de la vida