Viver Kombucha multiplicará por tres la producción y negocia la entrada de un inversor
La empresa granadina es pionera en Andalucía en la introducción de la kombucha, una bebida cuyo consumo no para de crecer
La empresa ya es rentable, produce 100.000 botellas mensuales y espera facturar más de un millón de euros el año que viene
Está ya en enseñas como Covirán, Alcampo y El Corte Inglés y acaba de entrar en NH y en la cadena de restaurantes Majalo Poké
La kombucha, la bebida natural para combatir la resaca en la Feria de Sevilla
No tiene apenas alcohol, es baja en azúcar y tiene muy buen sabor. Es, por tanto, mucho más saludable que una cerveza o un refresco, y ha comenzado a ponerse de moda, sobre todo después de que la reina Letizia la consumiera en la entrega de los premios Planeta. Un detalle que en la era de las redes sociales no pasa desapercibido.
Es la kombucha, que no es otra cosa que té fermentado con agua y scoby (una mezcla de levadura y bacterias). Dos andaluces, el gaditano Raúl de Frutos y el granadino Fernando Martín, son dos de los pioneros de la introducción de esta bebida en España. La conocieron en EEUU, donde vivieron cinco años tras estudiar Ingeniería Industrial en la Politécnica de Madrid. Allí era tendencia y sabían que, un día u otro, llegaría a España.
Así que tomaron sus ahorros y crearon Viver Kombucha en Atarfe (Granada), allá por 2020, y con un modo de fabricación totalmente artesanal, hasta el punto de que hacían las etiquetas con rotulador. Visitaron tiendas ecológicas especializadas con su kombucha de cúrcuma y jenjibre, la primera de su catálogo, y gustó bastante.
Pero a los diez días estalló la pandemia. El confinamiento duro les obligó a hacerlo todo 'on line', a potenciar las redes sociales y a sustituir las visitas por el envío de muestras.
Así y todo tuvieron éxito. A los pocos meses de arrancar Viver Kombucha estaba en 200 puntos de venta. Sus creadores introdujeron nuevos sabores (fresa y hibisco, limón y espirulina, piña y hierbabuena) y poco a poco se expandieron al 'retail' (enseñas como Covirán, Alcampo y El Corte Inglés ya tienen la marca), a la resturación (el producto acaba de entrar en la cadena hotelera NH y en Majalo Poké, la enseña especializada en poké), sin olvidar el mundo 'on line' con la web viverkombucha.com.
Hoy la empresa produce más de 100.000 botellas mensuales, crece a un ritmo del 400%, espera facturar 800.000 euros este año y superar de largo el millón en 2023. Ya la fábrica comienza a quedarse pequeña y planean acometer una tercera ampliación que les permita multiplicar por tres la capacidad de producción.
Pese a su corta vida Viver Kombucha es ya rentable y se financia sola. Pero sus fundadores quieren un salto y por eso negocia la entrada de un socio estratégico, con conexiones y que tenga experiencia en el sector.
Raul de Frutos afirma que la empresa mantendría, en cualquier caso, su seña de identidad, la de ser una bebida "con calidad, ingredientes de proximidad, sabor equilibrado y una forma de fermentar tradicional". Ese punto artesanal no lo quieren perder, en un contexto en el que la kombucha está en plena ebullición, con diferentes sabores y formas de producir.
Una bebida viva y natural
La kombucha, dice Raul de Frutos, ha venido para quedarse, porque satisface una necesidad: ser una bebida saludable con sabor. "Es baja en azúcar y en calorías, y es probiótica. Tiene un sabor diferente a lo que la gente está acostumbrada, y eso atrae mucho. Y tiene muchos beneficios para la salud, como ayudar a hacer la digestión y su aporte de vitaminas. No es agua en polvo ni un edulcorante. Y con sus propiedades puede sustituir a los refrescos azucarados. Si cada vez hay más alimentos naturales eso también tiene que llegar a las bebidas", resume. Añade que se trata de una bebida viva, que no se pasteuriza, y que se mantiene en frío, como el yogur. Tras fermentar, continúa, el azúcar que queda "es muy residual" y el alcohol también, un 0,5%.
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