Adiós a la fábrica de loza La Cartuja Pickman tras casi dos siglos de historia
Los actuales propietarios desisten tras embargar Hacienda sus cuentas por una deuda de casi 800.000 euros
Media docena de empresarios ha intentado reflotar la fábrica sevillana de loza La Cartuja Pickman
La emblemática fábrica de loza La Cartuja Pickman, fundada en 1841 en Sevilla, se enfrenta a uno de los momentos más críticos de su historia. La familia Zapata, propietaria de la compañía a través de Ultralta, ha solicitado al Juzgado Mercantil número 3 de Sevilla la reapertura del concurso de acreedores y la entrada en fase de liquidación. La decisión llega tras la imposibilidad de cumplir el convenio aprobado en julio y de alcanzar acuerdos de pago con acreedores privilegiados como la Seguridad Social y la Agencia Tributaria, según fuentes próximas a la compañía.
El deterioro de su situación financiera le ha colocado en esta situación. En septiembre, Hacienda embargó las cuentas de Ultralta por una deuda de 744.167 euros, mientras que el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) le reclama el pago de 520.376 euros. La deuda con la Seguridad Social ronda el millón de euros. Pese a los intentos de la dirección por negociar aplazamientos y ofrecer garantías hipotecarias, los acreedores exigieron pagos inmediatos que la empresa no pudo afrontar, asfixiada tras más de cinco años en concurso de acreedores.
Ultralta arrastra desde 2019 un concurso de acreedores originado por la derivación de una deuda de seis millones de euros del anterior propietario, decisión que la empresa llevó hasta el Tribunal Supremo. Aunque el alto tribunal le dio la razón en 2023, el tiempo transcurrido, la pandemia, la crisis energética y la falta de financiación precipitaron su declive. La compañía estudia ahora exigir responsabilidades a la Seguridad Social por considerar que su actuación fue determinante en la insolvencia.
A pesar del interés mostrado por posibles compradores en los últimos meses, las cuantiosas deudas han disuadido cualquier oferta firme. Ultralta reconoce haber buscado sin éxito financiación externa o alternativas de venta que no han fraguado ante el temor de los inversores a las contingencias derivadas de los pasivos públicos.
A la calle 32 trabajadores
La plantilla de 32 empleados, actualmente en un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) para acometer reparaciones en la cubierta de la fábrica, afronta ahora el cierre definitivo y un ERE extintivo. Los trabajadores, algunos con más de tres décadas de antigüedad, denuncian impagos en la nómina de agosto y cinco años sin subidas salariales. “Hemos tenido sueldos por debajo del convenio”, ha denunciado José Hurtado, secretario general de CCOO de Industria en Andalucía. El sindicato ha convocado una asamblea este jueves frente a las instalaciones.
El Juzgado Mercantil aprobó en julio el convenio de acreedores, aunque la administración concursal advirtió que el futuro de Ultralta dependía de la adhesión de Hacienda y la Seguridad Social, que finalmente no se produjo. Tras perder la protección del concurso, Hacienda ejecutó el embargo de las cuentas, dejando sin fondos para pagar los salarios de agosto. El juzgado ha declarado el concurso fortuito, descartando responsabilidades para los administradores.
Con esta liquidación, La Cartuja Pickman suma un nuevo intento fallido de salvación. Ultralta, que adquirió la fábrica en 2014, había logrado vencer en los tribunales al Estado, pero no resistió el deterioro financiero posterior. La compañía, símbolo de la cerámica sevillana y orgullo industrial durante generaciones, “ha nadado durante años para no hundirse, pero se ha ahogado en la orilla”, admiten fuentes del entorno empresarial.
Marcas, stocks y nave
Sin activos significativos más allá de maquinaria y existencias valoradas en unos 100.000 euros, la empresa prevé liquidar su stock a través de una venta outlet. Las marcas históricas de loza La Cartuja fueron vendidas en 2022 por 800.000 euros a la firma madrileña Nox Industrial, con opción de recompra en cinco años. Las naves donde se ubica la fábrica pertenecen a Internacional Crane and Equipment Company, también vinculada a la familia Zapata.
La solicitud de liquidación alcanza igualmente a la comercializadora La Cartuja Distribución 1841, propiedad de European Lifting Company, sociedad ligada a los mismos accionistas. Así, la histórica manufactura sevillana, que sobrevivió a guerras, crisis y cambios de siglo, se despide —al menos por ahora— de su larga trayectoria industrial.
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