15 años de la quiebra de Lehman Brothers: lecciones aprendidas

Este septiembre se cumplen 15 años de una de las mayores convulsiones de la historia moderna en el mundo financiero: la quiebra del banco Lehman Brothers que desencadenó la crisis de 2008, la más intensa desde la Gran Depresión de 1929. Mediolanum afrontó el colapso de la entidad estadounidense en aquellos días con medidas inéditas que salvaron a nuestros clientes. Muchas cosas han cambiado en estos años, aunque para Mediolanum, las lecciones aprendidas en esos duros momentos siguen intactas.

El 15 de septiembre de 2008 saltaba la noticia de la quiebra de uno de los bancos de inversión más importantes del mundo. Sus productos estructurados estaban repartidos por la banca de todo el planeta, lo que supuso un quebranto para millones de inversores y la exportación de la crisis a todos los rincones del planeta. Mediolanum también contaba en su cartera con productos que incluían bonos de Lehman Brothers como subyacente.

El que escribe llevaba trabajando en banca desde hacía 5 años. Imagínense. Varios clientes a los cuales había asesorado se encontraban con que una parte de sus ahorros había perdido todo su valor. Y yo, obviamente, me sentía responsable de ello.

Pero, en una decisión audaz y sin precedentes, se colocó al cliente como la prioridad. Así, los dos accionistas mayoritarios pusieron de su bolsillo el dinero que habían perdido sus clientes afectados por la bancarrota del banco de inversión. Fuimos una excepción. Massimo Doris, CEO de Mediolanum, explica el porqué diciendo que “cuando el cliente nos da su dinero, nos da su vida”.

Muchas cosas han cambiado estos 15 años. La tecnología digital ha evolucionado hasta hacer el mundo irreconocible, cambiando nuestra manera de consumir, de hacer negocios o incluso de relacionarnos.

Hemos pasado por una pandemia, estamos viviendo una guerra dentro de fronteras europeas y un nivel de inflación no visto desde hace años.

Lo que no debe cambiar es que entidades y bancos como Banco Mediolanum tienen que seguir manteniendo su esencia, y que ante momentos de incertidumbre y caos financiero como el de hace 15 años, continúen tomando la firme decisión de poner al cliente por encima de todo. Estar al lado de los clientes cada día y demostrarlo con hechos es la mejor manera de mantener y renovar su confianza. Afortunadamente, la decisión tomada con la crisis de Lehman Brothers nos respalda.