La designación del pregonero

Enrique Casellas, un sevillanero abraza el atril

  • El pregón volverá por la senda del impacto que se logra en corto, de la emoción que brota de forma repentina y continua

Enrique Casellas, en una actuación en 2017

Enrique Casellas, en una actuación en 2017 / Juan Carlos Muñoz (Sevilla)

Pues no será periodista el pregonero de 2023. Ni historiador. Y eso que las opciones del gremio de la prensa no eran nada malas. La verdad es que nos hemos alegrado mucho de la designación del gran Enrique Casellas. Nos gusta la alegría que siempre transmite: en su forma de ser y en sus composiciones. Nunca olvidaré que fue la primera persona a la que oí usar el término "sevillanero" para definir a los amantes de la sevillana. "¿Tú eres sevillanero?", me preguntó en uno de muchos encuentros en la calle Velázquez. Tuve hasta que pensar unos instantes. ¿Sevillanero? Y me regaló un compendio de sevillanas. El caso es que aquel saludo, uno de los muchos que nos cruzamos en nuestras decenas de encuentros como pájaros cotidianos del mismo hábitat, se me quedó grabado y me fui la mar de contento con mi cd.

El pregón vuelve por la senda del impacto que se logra en corto, la chispa, la emoción que brota repentina... Creo que puede salir bien esta apuesta por Casellas por oportuna y adecuada en un contexto donde hay demasiadas distracciones sobre lo esencial, como recordaba recientemente el arzobispo en una entrevista concedida a este periódico. Será seguro un pregón distinto al del pasado año, cuando disfrutamos de una reflexión muy necesaria, hermosa y con hondura tras dos años sin Semana Santa. No está nada mal la alternancia de pregoneros de distintos perfiles. 

Los otros tres nombres que habían sonado lo hubieran hecho estupendamente. Los periodistas Juan Miguel Vega y José Antonio Rodríguez Benítez y el historiador Joaquín de la Peña eran tres apuestas notables. Esta vez, ¡ya es raro!, no había ocurrencias en la quiniela previa, ni nadie envió jamones a la sede del Consejo para ganarse el favor del presidente. 

En una Semana Santa marcada por la gran reorganización de horarios e itinerarios y por la logística del Santo Entierro Grande, tendremos un pregón que con toda seguridad será un anuncio alegre, de un cofrade todavía joven y con un perfil muy popular. Quizás sólo por eso sea un éxito de su designación.

Casellas es además un destacado cofrade de Gloria que abrazará el atril el Domingo de Pasión, cuando ya deberíamos tener un criterio claro sobre la procesión magna que se ha propuesto para conmemorar que la entrada del rey San Fernando a Sevilla supuso el gran impulso a la devoción mariana, como ha recordado el catedrático Manuel García Fernández. Casellas tendrá ahora muchas oportunidades de defender también la importancia de la devoción a la Virgen María. 

Y quien seguro que está encantado es el propio arzobispo, entusiasta con la luz y la alegría de Andalucía. No me cabe la menor duda de está contento con la designación de Casellas. Así que todos alegres, incluso los que dicen que volvemos a una suerte de miarmismo, y lo más importante: hay banquillo de calidad.