El Fiscal

Las fieles devotas del Gran Poder

  • La ropa tendida es el Señor que siempre nos oye, Dios de los desconchones, de los damascos y de las sábanas, que toda ofrenda agradece si es con buena voluntad

Una devota sale al encuentro del Señor en el día de ayer

Una devota sale al encuentro del Señor en el día de ayer / Antonio Pizarro (Sevilla)

Hace bien la hermandad, como siempre ha hecho, en ofrecer las andas del Señor a hermanos, devotos y ciudadanos en general que de buena fe se acercan a portarlo. Nos consta de quienes no creen y han llevado sobre sus hombros su divina figura, pues para ellos está su tierno rostro casi más que para ningunos otros. La Bolsa de Caridad del Gran Poder ayuda a quienes hasta ella se acercan sin preguntar su procedencia, ni el credo. Las andas recogen ese espíritu de la Bolsa estos días de traslado. Nadie ya en la Sevilla del siglo XXI debe dudar de que el Gran Poder es la imagen que posee un mayor poder de convocatoria porque es la que versión más precisa del Dios del siglo XXI, el que sale a las periferias y es recibido con lo mejor de cada casa, pues el Señor agradece el damasco y la ropa tendida, los mantones y las colchas, las colgaduras oficiales y una simple sabana. Nadie debe juzgar cuando cada uno ofrece lo que tiene, lo que puede y lo que estima oportuno.

Estos días nos permiten, además, conocer el testimonio de quienes residen en los barrios que el Señor visita para quedarse, porque siempre se queda, como hizo en 1965. Impresiona la fidelidad de las devotas que nunca lo abandonan, la mirada de las madres, esposas, hijas y nietas. Se salen de la fila para colocarse frente a frente bajo su mirada buena, amable y paternal, porque el Señor es también la representación de la Sevilla de la ternura, el valor más necesario en los tiempos que corren y más a la baja. ¿Se han dado cuenta cómo todos se derrumban ante su presencia en esas calles de casas bajas, bloques descascarillados y ventanucos imperfectos? El frío se vuelve cálido, el soberbio se derrumba y el poderoso se queda en nada. El Gran Poder ofrece la mejor versión de la ciudad... y de los sevillanos. Con sus fieles devotas siempre por delante, las que entrevista el periodista... y el periodista se viene abajo en directo ante todos los públicos. Siempre fueron fieles cada Madrugada, cuando detrás de su paso de oro, angelitos, fuego y claveles rojos iban las cruces y cuando pusieron la cera alta que llora lagrimones tinieblas.

Esta Santa Misión nos permite por encima de todo comprobar la fidelidad de sus devotas, amén de esa capacidad de arrastrar masas en diferentes sábados. En los ojos de ellas, en sus lágrimas, en sus oraciones cantadas y bisbiseadas está la fuerza del Señor. Y en la cara de este Jesús de las periferias, de la ropa colgada, de las fachadas con desconchones, del que sale en camisa de tirantas a verle, porque lo es de todo eso y mucho más, quedan las oraciones de sus devotas para siempre. La grandeza está en ellas, que han acudido de todas las barriadas para acompañarlo en su peregrinación. No lo dejan solo los viernes, no lo dejan solo en los días de misiones. Cuántos devotos no lo son hoy del Señor por sus madres. Al Señor por la periferia y por el corazón de las madres. La ropa tendida es el Gran Poder que siempre nos oye.

Virgen de los Reyes

El 7 de diciembre por la tarde es la gran procesión de acción de gracias por la recuperación de la ansiada normalidad. La Patrona saldrá al filo de las cinco y media en dirección a la Plaza Nueva, que preside San Fernando. La pregunta que ya se hacen algunos es si de regreso le sorprenderá la noche a la Virgen de los Reyes en su paso de palio de tumbilla, que no cuenta con ningún punto de luz. No deja de ser una curiosidad. A esas alturas del año es cierto que anochece muy pronto. Tampoco estará mal presenciar la caída del día cerca del paso... Seguro que también hay belleza en esas estampas. Y, cómo no, no duden, en cualquier caso, de que no faltará la luz de las cámaras. ¡Que estamos en 2021!

De 1965 a 2021

Qué buen estilo el de María Lasso de la Vega, oficial de junta de gobierno del Gran Poder. El periodista se le acercó en pleno recorrido y ella declinó hablar en esos momentos, pero le hizo un gesto de afecto al reportero en el brazo. Quienes conozcan a María saben de su amor, pasión y devoción por el Señor y su hermandad, y saben de su respeto por los profesionales de la prensa. Viéndola ayer delante del Gran Poder como otras tantas veces, evoca uno a su padre, don Miguel Lasso de la Vega, el hermano mayor de aquel 1965 en que el Señor salió tres veces: para la Santa Misión, en la Madrugada y para su estancia definitiva y feliz en la basílica. Su padre fue la persona clave para levantar la actual casa del Señor. Quizás pocos lo sepan y algunos sí lo recuerden, pero ahí radica una de las claves de las cofradías. Ayer no solo iba María delante del Señor, lo hacía también su padre como lo hacían sus hijos, nietos de don Miguel, y como lo harán sus nietos. Y el gesto de cómo guardar la compostura al mismo tiempo que mostrar reconocimiento al periodista fue sencillamente para ser enseñado en las escuelas. Otros hubieran incurrido en histrionismos.

Un acierto pleno

Canal Sur Televisión lo bordó otra vez con la retransmisión de un nuevo traslado del Señor. La calidad de las imágenes y de los comentarios fueron notables. Mereció la pena el esfuerzo y así debe ser reconocido por todos.

¿Las misiones de moda?

Pudiera ocurrir que la Santa Misión del Gran Poder diera lugar a nuevas misiones... Ya sabemos que el mimetismo es muy habitual en el mundillo de las cofradías. Los moldes tienden a copiarse. No nos gusta que esto ocurra, pero... A ver si al final hay que preparar un “Carril Misión”, como apunta Eusebio León.

El cura de Huévar con sotana, manteo y bonete El cura de Huévar con sotana, manteo y bonete

El cura de Huévar con sotana, manteo y bonete / M. G. (Huévar del Aljarafe)

Un cura vestido de cura

La alcaldesa de Huévar del Aljarafe, María Eugenia Moreno, nos ofrece en las redes sociales informaciones y fotografías de los principales actos de su pueblo. Resulta llamativo que el párroco de la localidad es de los pocos sacerdotes que acuden a las celebraciones internas y a los actos de culto público “vestidos de cura”, como se dice coloquialmente. Don Francisco Javier Domínguez suele usar la sotana, el manteo y el bonete, como se aprecia en la imagen publicada por la alcaldesa. El bonete lo luce hasta en las protestaciones de fe de las hermandades. Debe saber hasta Latín, habrá que preguntarle.

El Lagarto de la Catedral: "Don Juan José no sólo presidió la misa ante el Gran Poder el pasado viernes en Los Pajaritos. Pronto lo veremos de nuevo. Será en la Feria del Libro con ocasión de la presentación de las reflexiones cofradieras de Ignacio Pérez Franco, ex hermano mayor del Baratillo y pregonero que fue".