Un estreno a 40 grados
Romería 2025
El Paseo Marismeño acoge por primera vez la misa de Pentecostés en un día en alerta naranja por calor
Las cifras oficiales apuntan a un incremento en la afluencia de participantes
La fiesta doblega al calor

El calor es ya, a estas alturas de la romería, el protagonista indiscutible del Rocío 2025. Un Pentecostés tardío en el calendario que ha traído hasta la aldea almonteña la alerta naranja por altas temperaturas. Más de 40 grados en la marisma. Sofocón. Antonio Sanz, consejero de Presidencia de la Junta de Andalucía, advertía desde la tarde del sábado del riesgo al que se exponen los romeros con el termómetro por las nubes, especialmente los que acudieran al pontifical del domingo, que, por primera vez, se celebra en el Paseo Marismeño, el balcón de Doñana.
Se ha convertido, sin duda, en una de las imágenes de la romería. La madre, la inmensa laguna de la marisma, como fondo de un escenario que ya se eligió para un fin similar en el Congreso Mariano y Mariológico de 1992, un año antes de la visita de Juan Pablo II a la Blanca Paloma. Aquella célebre cita, que contó con la presencia de los entonces Reyes de España, don Juan Carlos y doña Sofía, ha servido de modelo para el altar montado 33 años después.
Los simpecados alineados en gradas, a tres alturas distinta, durante la misa. No sólo acuden los de las 127 hermandades filiales, sino también los de las 22 agregadas, nueva denominación dada por la Matriz de Almonte a aquellas corporaciones que acompañan a otras en el camino y llamadas hasta 2024 no filiales. En total, 149 simpecados que dejaban pequeño el Real del Rocío, donde se alza el monumento a la coronación de la Virgen (de la que este domingo se cumplen 106 años) y que hasta el pasado Pentecostés acogía esta celebración. Lo de esta edición, se supone, es "una prueba piloto", pero todo hace indicar que se hará permanente.
Un guiño a Roma
La distribución de los asistentes es otra de las novedades. Sacerdotes y autoridades se encuentran sentados en los laterales del altar. El público se sitúa delante. El que acude de pie, intenta permanecer arremolinado a la sombra del santuario, desde donde sale la procesión litúrgica. El oficio religioso lo preside el obispo de Huelva, monseñor Santiago Gómez Sierra. Canta el coro de la Hermandad de Málaga. El acompañamiento musical es cada vez más sofisticado. A la clásica (y previsible) guitarra se suma un saxofón, instrumento poco habitual en este tipo de eucaristía.
En mitad del altar, una loneta de grandes dimensiones reproduce la foto del simpecado verde de la Matriz que desde el pasado invierno preside una capilla de la iglesia de Santa María de Montserrat de los españoles, en Roma, con motivo del Año Jubilar.

El abanico vuelve a ser el mejor amigo del romero en un Rocío con el mercurio disparado. El revoloteo es incensante para remover el aire que viene de la marisma, un soplo fresco que se agradece cuando el sudor aparece en la frente y se adueña de otras zonas del cuerpo. En una fiesta tan calurosa, y para hacer más llevadera la convivencia, el Ayuntamiento de Almonte, gobernado por Francisco Bella, ha decidio añadir a los 150.000 litros de agua que riegan las calles de la aldea cada hora, varias dosis de desodorante -atención- "con olor a pino". Es de agradecer este gesto, esencial para que el buen ambiente no se venga abajo, que ya se sabe el riesgo que corre toda celebración masiva cuando los aromas propios y ajenos desagradan al olfato.
Defensa de la vida
Sigamos con lo espiritual, que para eso estamos en Pentecostés. Monseñor Gómez Sierra, en su homilía, recuerda un escrito que habla sobre una reforma de la antigua ermita y las dificultades a las que tal empresa se enfrentaba por aquel entonces. Una "resistencia" que también encuentra "la cercanía y la presencia de Dios en el hombre y en el mundo". Al prelado onubense le sirve esta comparación histórica para asentar su discurso sobre "el antagonismo entre la carne y el espíritu". "La resistencia al Espíritu Santo también encuentra en nuestros días sus manifestaciones externas". Y ahí viene la denuncia social del obispo, en la que no se deja nada en el tintero: "las guerras, el hambre, la negación de los derechos esenciales a los inmigrantes, la corrupción de la vida política y el desprecio a la vida humana desde el primer momento de su concepción hasta los últimos días, propiciado por iniciativas legislativas no pensadas para dar vida, sino para quitarla". En este punto, toma prestadas las palabras del nuevo pontífice, León XIV: "iniciativas no pensadas para proteger, sino para herir".
Frente a esta postura, monseñor Gómez Sierra pone de ejemplo las manifestaciones del Espíritu, como son "la búsqueda de la paz y la justicia". "Los cristianos debemos ser fermento de la Esperanza -en alusión al lema del Año Jubilar, Peregrinos de la Esperanza-, que tiene un nombre, Jesús, el cual la Virgen del Rocío nos ofrece entre sus manos". La homilía concluye con unos bellos versos a la Patrona almonteña: "Sois María, la Esperanza y el consuelo del mortal, por vos viene a las almas el Rocío celestial".

Llega después la protestación de fe con la renovación del juramento de reglas por presidentes y hermanos mayores. Momento que constata una tendencia apuntada en estas páginas días anteriores, la cubana se va imponiendo al traje corto. El calor y la comodidad son aliadas en este cambio de indumentaria romera, del que hizo gala el siempre sonriente Juanma Moreno, presidente de los andaluces, durante la presentación de hermandades el pasado sábado.
Bendición papal
Después de dos horas, acaba la misa. Lo hace con una bendición de León XIV, quien se une "espiritualmente" a la celebración y pide para que el Paráclito transforme a los que participan de ella, de manera que sean "testigos vivos del Evangelio". Lee la bendición el sacerdote malagueño Salvador Aguilera, oficial de la Santa Sede y quien fuera postulador de la causa para la reciente beatificación del padre Torres Padilla. Finaliza la ceremonia religiosa con dos clásicos: la célebre salve de Los Romeros de la Puebla y las sevillanas del canónigo Muñoz y Pabón. Las letras del domingo de Pentecostés. Las más universales en el patrimonio musical y sonoro de esta fiesta mariana.

Hay bajas entre los curas por lipotimias. No son aún las 12:30 y ya hierve la arena. Se activa la alerta naranja. Imposible andar por la aldea sin un sombrero que proteja las sienes. La sombra se cotiza a lo alto. Las primeras cifras oficiales apuntan a un incremento de participantes en una de las romerías más calurosas que se recuerdan. Calor de mediodía, tarde y noche. Los cuerpos buscan refugio en casas de hermandad y particulares. Hay quienes no dudan en darse un chapuzón con el agua de las cubas que riegan las calles. Las redes sociales chivan estos momentos. Ducha y desodorante. Un refrescante (y gratuito) 2x1.
De los 41 grados de máxima a los 22 de mínima que se esperan en la marisma. Noche anticipada de verano. Madrugada de rosario y procesión. La del salto a la reja. A la hora, siempre en punto, de Almonte.
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