La Hermandad de Málaga-La Caleta protagoniza un emotivo momento durante su presentación ante la Virgen del Rocío
La presentación de las hermandades se convierte cada año en uno de los momentos más esperados de la Romería
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Las actividades oficiales en la aldea de El Rocío comenzaron este viernes con las primeras presentaciones de las hermandades filiales ante la Virgen del Rocío, dando inicio a un fin de semana marcado por la devoción, el fervor popular y la emoción compartida por miles de peregrinos.
Como dicta la tradición, fueron las hermandades más jóvenes las que abrieron la jornada, presentando sus Simpecados ante la Hermandad Matriz en la Puerta Mayor del Santuario, donde la Blanca Paloma ya espera engalanada para la salida de la madrugada del Lunes de Pentecostés.
En este escenario cargado de simbolismo, en el que las coplas, los vivas y los sombreros al aire se entrelazan con lágrimas contenidas y promesas cumplidas, la presentación de las hermandades se convierte cada año en uno de los momentos más esperados de la Romería.
Es aquí donde se funden el esfuerzo del camino recorrido con la emoción del reencuentro espiritual. Ante la puerta del Santuario, los romeros se detienen para cantar, rezar y ofrecer su Simpecado a la Virgen del Rocío, en un instante único que marca uno de los grandes momentos de una vivencia profundamente devocional.
En la jornada de este viernes, la Hermandad del Rocío de Málaga-La Caleta fue protagonista de uno de los momentos más conmovedores del día. Al llegar ante la Virgen, y mientras entonaban cantos, varios miembros de la hermandad alzaron en alto a un hombre en silla de ruedas, permitiéndole ver de frente a la Blanca Paloma. La imagen, captada y compartida en redes sociales, fue recibida entre aplausos por decenas de personas congregadas, quienes, entre sombreros al aire y voces alzadas, acompañaron el gesto con profunda emoción.
El Camino de la Hermandad de Málaga-La Caleta, uno de los más exigentes entre las filiales andaluzas, se extiende a lo largo de cerca de una semana. Iniciaron su peregrinación el pasado viernes 30 de mayo y alcanzaron la aldea de El Rocío en la tarde del jueves 5 de junio, tras recorrer más de 100 kilómetros de senderos, arenas y devoción inquebrantable.
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