El laborioso proceso de los romeros para llegar al Rocío

La Hermandad del Rocío de la Macarena prepara sus carretas y carriolas desde días antes de la salida

Salida de las hermandades del Rocío de Sevilla 2025: fechas, horarios y recorridos

Así se preparan las carriolas en la Hermandad del Rocío de la Macarena / Pablo Sánchez

El barrio de la Macarena se va para el Rocío. Será el próximo miércoles, 4 de junio, cuando los romeros de San Gil emprendan su camino hacia la aldea que lleva por nombre su mayor devoción. Desde hace días se agolpan las carriolas en los bajos del Alamillo, en Sevilla, mientras las manos de los cientos de hermanos de la corporación del barrio macareno se encargan de engalanar la que –durante más de una semana– será su casa.

El proceso de cimentar una carriola es minucioso. Hay que tener en cuenta que en un espacio de, aproximadamente, 8-9m² deben convivir hasta 16 ó 18 personas durante los días de camino, tal y como cuenta el teniente hermano mayor del Rocío de la Macarena, José Antonio Caro. Allí comerán, dormirán y se asearán. Curioso dato el del aseo, pues muchas de estas casas emergentes sobre ruedas cuentan hasta con dos platos de ducha y un baño completo.

Conviven hasta 18 personas

Eso sí: el agua con el que se van, es con el que vienen. Aunque tienen puntos de avituallamiento a lo largo del camino. Además, en el caso de la Hermandad de la Macarena, aún no cuenta con casa propia en la aldea del Rocío, por lo que sus carriolas –y por ende sus romeros– se quedan en convivencia en una de las explanadas, junto con otras tantas Hermandades que no disponen de un lugar edificado, durante los días de estancia previos a la salida de la Virgen, que será el próximo lunes 9 de junio.

Ni qué decir tiene la continua revisión que deben recibir las carriolas durante todo el año. Además, la corporación del arco se caracteriza por su seguridad: todas las carriolas van equipadas con extintores y equipos de seguridad suficiente para cuidar alguna incidencia durante el camino. Ojalá vengan de vuelta sin tan siquiera tocarlos.

Este año, la Hermandad del Rocío de la Macarena lleva 34 carriolas, 20 coches de caballos, 59 caballistas y 500 peregrinos, aproximadamente. Aunque a lo largo del camino se van sumando todo aquel que quiera disfrutar del camino con su Hermandad. De hecho, el día donde más se reúnen es el jueves, donde en las carriolas duermen hasta dos personas más de las que iniciaron el andar.

Hasta 500 peregrinos

En ellas, esas casas emergentes, se edifican estancias perfectamente equipadas. Es curioso entrar en alguna y ver como de los techos nacen superficies flotantes donde se agolpan los colchones, ganando espacio al lugar para garantizar el descanso de quienes emprenden el camino hacia las plantas de la Virgen. Si se piensa, es algo parecido a un piso compartido –salvando las diferencias de espacio, por supuesto–. Como en cualquiera de los mencionados, hay horarios de baño, de limpieza, ¡y hasta menú! Y es que los romeros deben tener muy cuadriculadas las comidas y bebidas que van a usar durante los días de camino, ya que es más que probable que no vuelvan a pisar un supermercado hasta llegar a la aldea, y ahí tampoco es que exista la más grande de las superficies, sino más bien tiendas de ‘desavío’, como coloquialmente se les suele conocer.

Días antes, los miembros de cada carriola se encargan de ir a los almacenes necesarios para asegurar las provisiones. Encienden los congeladores y los cargan, asegurándose que todo quede bien resguardado de cara a lo que les está por venir. A su vez, decoran con mimo su casa en ruedas. Y sus carretas. Flores de papel, telas estampadas y coloridas. Se llegan a ver hasta salva cafeteras perfectamente bordadas en colores pastel, con borlones y decoración.

Ni qué decir tiene los cientos de bates y trajes que se amontonan en los armarios. Alegría para un grupo de gente que hacen de estos sus días grandes. Todo con un mimo exquisito para que su Hermandad se luzca no solo a su salida y entrada de la ciudad de Sevilla, sino por el largo caminar que les queda hasta las plantas de la Virgen.

"El camino es todo"

Tal y como nos cuenta ‘El Peregrino’, uno de los hermanos del Rocío de la Macarena que prefiere ser conocido por ese nombre, “El camino es todo. Estamos todo el año preparando esto”.

Y es que, las preparaciones no nacen en los cinco días anteriores donde las carretas y carriolas se estacionan en los bajos del puente del Alamillo para su preparación. Es un trabajo de todo el año, aunque su golpe más fuerte llegue tras sus cultos, semanas antes de la salida. Todo con una misión, como confirmaban sus palabras: llegar a las plantas de la Virgen y agradecer por estar un año más allí.

Desde San Gil saldrán el miércoles 500 romeros que, con Fe e ilusión, caminan hacia la aldea. Una Hermandad que cada año agolpa a más peregrinos. Volverán también un miércoles, el del 11 de junio. Será ahí cuando el camino se dé por completado, que no por finalizado. Y es que, para un rociero, el camino empieza desde su puerta –como bien dice la sevillana de Los Marismeños– y continúa con la espera hasta el siguiente.

stats