Al segundo día se ha obrado el milagro. El vado de Quema ya tiene agua para las hermandades rocieras que lo atraviesen a partir de este miércoles. Ha sido una de las imágenes que mayor sorpresa y satisfacción ha causado entre los romeros, después de que la romería haya arrancado por este enclave sin caudal alguno. 

Las imágenes están corriendo como la pólvora. Después de un martes de Rocío en el que muchos peregrinos han tenido que bautizarse con agua embotellada, este tramo del río Guadiamar comenzó a llenarse a última hora de dicha jornada, al paso de corporaciones como la de Torremolinos. 

Entonces aquello era aún un gran charco, pero este miércoles, al fin, hay corriente que cubre los pies de los rocieros, para sorpresa de hermandades como Salteras, Albaida, la Castrense de Tablada y su ahijada, Montequinto, que se estrena como filial esta romería. 

El agua cubre ya los pies de los romeros en el Vado de Quema.

No se sabe si esta situación se mantendrá los próximos días o será momentánea. Según ha detallado la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) a Diario de Sevilla, el agua no corresponde a ningún desembalse -el próximo previsto se realizará el 29 de mayo, Lunes de Pentecostés-, por lo se deduce que corresponde a la aportada por las lluvias de los útimos días al río Guadiamar a través de las escorrentías.  

Debe recordarse que dicho desembalse ha generado una importante polémica las semanas previas, al proponer la delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía en Sevilla (responsable del Plan Romero en la provincia) que coincidiera con el paso de los rocieros. Una medida que se toma todos los años, pero que en esta ocasión se consideró poco oportuna por la drástica sequía que asola el campo andaluz. El asunto acabó en confrontación política, motivo por el cual las hermandades se han mantenido al margen. 

Rocieras con las batas levantadas para cruzar el Guadiamar.

La aparición del agua en el vado de Quema devuelve a la normalidad esta romería, marcada por la inestabilidad meteorológica y por una bajada de las temperaturas, tras un mes de abril y buena parte de mayo en los que se han alcanzado los 40 grados. 

Los bautizos rocieros no requieren, por ahora, de agua embotellada. Un caudal con el que podrían encontrarse los próximos días hermandades como Coria, Gines, Triana y Sevilla.