En la aldea

La restauración de la Virgen del Rocío deja una estampa inusual en el santuario

El simpecado de la Matriz preside desde este lunes el santuario de la Virgen del Rocío.

El simpecado de la Matriz preside desde este lunes el santuario de la Virgen del Rocío. / Hermandad Matriz de Almonte

Una imagen que recuerda bastante a la que se produce cada siete años cuando la Virgen del Rocío es trasladada a Almonte. Pero en esta ocasión, por un motivo bien distinto. El santuario de la Blanca Paloma ha amanecido este lunes sin la Patrona almonteña en su camarín. En su lugar, el templo lo preside el simpecado de la Matriz. Esta estampa se debe a la restauración que Fuensanta de la Paz acometerá sobre el icono mariano y que durará tres meses. 

Los rocieros habrán de acostumbrarse a esta estampa hasta la Navidad. Tres meses en los que la Blanca Paloma no estará visible. La sagrada imagen no saldrá del santuario, ya que se han habilitado unas dependencias para que la restauración pueda llevarse a cabo en este templo de la marisma. 

En la madrugada de este lunes se ha procedido a la retirada del culto de la sagrada imagen. Durante el pasado fin de semana han sido numerososos los devotos que se han acercado hasta este lugar de la marisma para despedirse de la Virgen, a la que no volverán a ver hasta dentro de tres meses. 

Tras una pandemia

Una sensación de nostalgia muy parecida a la que se origina en este enclave de Doñana cuando la Blanca Paloma es trasladada a Almonte. Una tradición que tiene lugar cada siete años. La última vez su estancia en el municipio onubense se prolongó más de lo habitual. En la parroquia de la Asunción suele estar nueve meses (desde agosto a las vísperas de Pentecostés), pero en 2020, con la pandemia del Covid, el retorno a la aldea no se produjo hasta finales de mayo de 2022. Casi tres años de ausencia (la Blanca Paloma dejó su santuario en el Rocío Chico de 2019) que causaron una bajada de ingresos bastante considerable en la Hermandad Matriz y en los negocios de la aldea. 

A aquella ausencia se suma ahora la de estos tres meses, motivada por una restauración necesaria que fue refrendada por los almonteños en el cabildo extraordinario celebrado el pasado domingo 24 de septiembre. 

El simpecado de la Hermandad Matriz de los rosarios de Pentecostés y el Rocío Chico es el que preside ahora el presbiterio del santuario, donde seguirán acudiendo las hermandades filiales conforme al calendario de peregrinaciones extraordinarias que comenzó el 17 de septiembre. Entre las citas de gran afluencia ha de recordarse la de la Hermandad de Sevilla el 12 de octubre y la de Triana, el 1 de noviembre. La corporación del antiguo arrabal celebra otra peregrinación extraordinaria el último fin de semana de enero, conocida como la Candelaria de Triana. Para entonces, la Blanca Paloma ya estará repuesta al culto. 

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios