Empresas y empresarios

Ebro Foods, un jugador andaluz en el tablero mundial

  • La entrada de Ebro en SOS supone un primer paso de una integración mayor entre las dos primeras industrias alimentarias de España

Ignacio Martínez

Director Adjunto de Publicaciones del Grupo Joly

Ebro Foods, liderada por el empresario andaluz Antonio Hernández Callejas, registró en 2010 un beneficio neto de 388 millones de euros, lo que representa un incremento del 120 por ciento respecto al ejercicio anterior, según los datos provisionales adelantados por la compañía. Es una de las empresas más saneadas del Ibex-35. Su resultado bruto por explotación (Ebitda) creció un 11 por ciento, hasta los 271 millones de euros. La empresa ha aumentado sus cuotas de mercado y el volumen de sus ventas, a pesar de la crisis. En 2010 ha vendido su división láctea, Puleva, al grupo francés Lactalis. Y a continuación ha comprado una importante compañía australiana, con la que compondrá la mayor estructura arrocera mundial de la historia. Y en España, ha adquirido la división de arroz de SOS. A nivel industrial, ha terminado la construcción de una nueva planta de arroz en Memphis (Estados Unidos), que se inaugura en abril de 2011. Antonio Hernández Callejas (Tudela, 1955) lidera esta multinacional con un estilo austero, discreto y decidido. Está al frente de la compañía desde 2002. Es el heredero de una saga que inició su abuelo, Antonio Hernández Villar, originario de Ólvega, en el Moncayo soriano, que se trasladó a Tudela (Navarra) en busca de buenos colegios para sus hijos. La segunda generación se vino a Andalucía, buscando un clima mejor y acercarse a la principal zona de producción de arroz de España. Antonio Hernández Callejas tenía cinco años cuando llegó a Sevilla.

Estudió en Los Jesuitas de Portaceli, hizo la carrera de Ciencias Económicas en la Universidad de Sevilla y también cursó tres años de Derecho. Empezó su recorrido profesional en Arrocerías Herba, la empresa familiar creada por su abuelo, propietaria de marcas como La Cigala o Brillante. El holding familiar de los Hernández tiene en la actualidad un 15,72 por ciento de Ebro Foods, bautizada así tras la venta de Puleva a Lactalis. La operación australiana se cerró en octubre de 2010. Ebro y Ricegrowers van a formar un imperio arrocero que irá desde América del Norte a Australia, pasando por Europa. Aquella empresa, en solitario, tiene una capacidad de producción de arroz de más de un millón de toneladas, una cifra superior al conjunto de España. La operación, por tanto, es muy importante. RiceSun tiene una posición de liderazgo en numerosos mercados del Pacífico, como Australia, Nueva Zelanda o Papúa Nueva Guinea, pero además tiene marcas muy bien introducidas en Hong Kong y Shanghai, y una fuerte posición en Oriente Medio. Antonio Hernández considera esa inversión tan transformadora para su compañía como lo fue la compra de Riviana, la empresa líder del mercado norteamericano, con las dos marcas más vendidas en Estados Unidos, que Ebro adquirió en 2004 por 318 millones de euros. La operación australiana supondrá un desembolso de 425 millones. Desde la venta de Puleva en marzo de 2010, por 630 millones, Ebro tenía el contador de su deuda a cero. Ricegrowers y Ebro juntas facturarán más de 2.000 millones de euros. Pero las noticias de Ebro no acabaron con la toma de posiciones en las antípodas. La compañía también salió de compras por España. En noviembre cerró la adquisición de la división arrocera de SOS por 195 millones y se hizo con una participación del 9,33 por ciento en la matriz de esta Corporación Alimentaria, por la que pagó 47,3 millones de euros. Un movimiento relevante, porque su director general, Jaime Carbó, fue designado consejero delegado de SOS, y fue sustituido en Ebro por Pablo Albendea, como director de Coordinación. Antes de estas dos adquisiones, en septiembre de 2010, la empresa había reestructurado su accionariado. La familia March entró en el capital con 114 millones, reforzando su núcleo duro compuesto por los Hernández, los Del Pino, y los Carceller.

A principios de 2011 la familia March, a través de su sociedad de cartera Corporación Financiera Alba vendió el 5 por ciento del capital de la constructora ACS por 535 millones. Con parte de ese dinero se hará con el 8,6 por ciento de Ebro, de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), lo que supondrá la inversión de unos 200 millones de euros. La entrada de Ebro en SOS no es una simple inversión. Esta empresa está concentrada ahora en el negocio del aceite de oliva, con tres de las cuatro mejores marcas del mundo, como son Bertolli, Carapelli y Carbonell. El núcleo duro de SOS está controlado por un grupo de cajas de ahorro entre las que está Caja Madrid y las andaluzas Unicaja, Caja Granada, Cajasol y Cajasur Bank (BBK) que tienen más de un 40 por ciento del capital. Han entrado en su consejo de administración tanto Antonio Hernández, presidente de Ebro, como Demetrio Carceller, segundo mayor accionista, lo supone el primer paso de una integración mayor entre los dos primeros jugadores de la industria alimentaria en España. Y, por qué no, el germen de una futura fusión, de gran importancia estratégica para Andalucía, el primer productor mundial de aceite de oliva.

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