"El wifi es el nuevo opio del pueblo"

La escritora Cristina Martín Jiménez arremete contra la agenda 2030 en su nuevo libro, Libertad o Tiranía

"Pedro Sánchez se presentó como el galán de una telenovela que por amor se recluye a pensar si dimite o no"

"Mafalda tiene la culpa, de niña soñaba con hablar en la ONU"

Cristina Martín Jiménez.
Cristina Martín Jiménez. / Juan Carlos Vázquez

-Defíname qué es la agenda 2030.

-Un plan para apropiarse de toda la riqueza mundial, acabar con las soberanías nacionales y transferir las pequeñas y medianas empresas a las grandes corporaciones internacionales, que son las que financian la agenda. Conlleva un diseño de un nuevo orden social y económico, donde a través de la tecnología seremos convertidos en tecnoesclavos. Ya tenemos la tecnología de videovigilancia, la inteligencia artificial...

-Bueno, ya casi que lo somos, ¿no?

-El periodismo es uno de los sectores a por el que fueron desde el principio, porque controlar la información convierte a la persona en más fácilmente manipulable.

-No me refería tanto al periodismo, sino al uso extendido del móvil, la hiperconexión, que se da en muchos ámbitos profesionales.

-Sí, la tecnología que supuestamente venía a democratizar y a dar un mayor modo de bienestar, se está convirtiendo en nuestro capo, en nuestro vigilante, es una presión continua porque no hay separación entre el ocio y el trabajo. Esto crea unas tensiones, un malestar psicológico... El wifi es el nuevo opio del pueblo. Por eso están los psicólogos y los psiquiatras llenos. Se está dando incluso en los niños. Hay 41 fiscales de EEUU que han demandado a Meta, Tiktok y etcétera por el daño que están provocando en los menores, pero lo potencian porque lo que quieren es eso, crear tecnoesclavos.

-¿Quién está detrás de todo esto?

-Las grandes corporaciones. Yo ubico el origen en dos momentos, en los acuerdos de Bretton Woods donde empezaron a crearse instituciones supranacionales como el FMI o el Banco Mundial y después las reuniones secretas del club Bilderberg que empezaron en 1954. De eso va mi tesis doctoral. Las grandes corporaciones estadounidenses crearon la Unión Europea como una colonia geopolítica para su interés. Hoy España es una colonia de la OTAN y de las grandes industrias mediáticas y culturales, que funcionan como decanos de la información y hacen que la prensa local se haga eco y difunda su visión del mundo. Esto modifica y condiciona el comportamiento de los individuos.

-Pasemos al terreno de la actualidad. Hace usted mención en su libro a la agricultura y hemos visto las protestas de agricultores y tractoristas este año, ¿qué conexión hay?

-Todo esto conecta el robo de las pequeñas y medianas empresas con la justificación de una emergencia. En este caso hay una emergencia climática, y esas tierras tienen que pasar a manos de entidades supranacionales que la saben cuidar mejor que los agricultores y ganaderos. Ya sabemos que están privatizando el agua, que cotiza en bolsa, y tenemos a grandes corporaciones apropiándose de la gestión del agua. Con cuentos para mentes no críticas, que están siendo adoctrinadas desde la escuela, nos intentan robar todo. Es el lema de Davos, no tendrás nada y serás feliz. Pero si nosotros no tenemos nada, alguien lo tendrá, ¿no?

-¿No es el suyo un discurso demasiado apocalíptico?

-El apocalipsis es el de ellos, que nos lo venden por fascículos. El del clima, el de las pandemias, el de la desigualdad, las guerras, las migraciones. Nos venden continuamente apocalipsis para que después aparezcan esos salvadores, que a través de la instauración de esta gobernanza global van a salvar al mundo de la catástrofe y de la desaparición. El cambio climático es una versión vulgar y laica del diluvio universal, un relato que ya está en la biblioteca genética de todos los pueblos de la Tierra adaptado a los tiempos de hoy para manipular las emociones y para robarnos.

-Trató usted de la pandemia en un libro anterior y fue muy crítica con las medidas que se tomaron.

-Ese carné que impusieron para ver si la gente se había vacunado o no, esos protocolos de distanciamiento controlados por la invasión de la tecnología en los móviles. Ahora hay un juicio en España de un niño que fue vacunado con la vacuna de Moderna y la respuesta de Salud es que la vacuna no era obligatoria.

-No lo era, pero era complicado vivir sin ella en la práctica.

-Ha habido coacción, persecución, insultos y hasta faltas al honor. A aquellos que éramos críticos nos llamaron asesinos. A los niños les decían que eran unos asesinos, que iban a matar a sus abuelos si no se vacunaban y no se ponían las mascarillas, ¿esto qué clase de terrorismo mediático es? Esto debe ser regulado en códigos jurídicos, porque es un nuevo método de guerra, que a las personas desinformadas y vulnerables les ha afectado en la salud, y muchos han muerto.

-Hablando de terrorismo mediático, de bulos y demás, ¿qué le ha parecido el amago de dimisión de Pedro Sánchez?

-Para mí ha sido un guion televisivo, un reality show donde él se presenta como el galán de una telenovela que por amor se recluye a pensar si dimite o no dimite. Todo es una gran mentira. Él empezó su carrera durante la guerra de Yugoslavia y estaba allí viendo cómo se desmembraba el país. Está balcanizando España. Cuando no era nadie, asistió a Bilderberg en 2015 y a partir de ahí empezó a recabar apoyos y se convirtió en un títere de las grandes corporaciones financieras, con lo que no representa a la nación española. Hay empresas que no invierten, sino que compran países, como ha ocurrido con Ucrania.

-¿Y qué pasará en 2030, fecha que se marca este movimiento como objetivo?

-Estamos viendo que la agenda 2030 nos demuestra que el globalismo de las elites es el nuevo totalitarismo, pero también que donde hay tiranía hay rebelión. Ahora salen unas nuevas leyes con respecto al campo español, donde ya se han introducido cambios por las protestas de los agricultores. Si protestamos, ellos retroceden. El camino es defender lo tuyo, tu propiedad, tu familia y tus hijos. No podemos quedarnos callados ante la tiranía, porque entonces vence.

-Usted publica sus libros con un grupo editorial de los más importantes de España, ¿no es un poco aquello que decía Eco de que los apocalípticos terminan integrados en el sistema?

-Llevo trabajando doce años con la misma editorial. Es algo meramente empresarial. Si vendes, publicas. Me encanta esa pregunta porque es algo con lo que me atacan todos los días en las redes. También creo que la propaganda antisistema es falsa, todos estamos dentro del sistema porque sólo hay uno, pero ahí tenemos que defender nuestro espacio. No podemos irnos a otro planeta.

La escritora que predijo la pandemia

Cristina Martín Jiménez (Sevilla, 1974) es doctora en Ciencias de la Comunicación y Periodismo con la primera tesis de estructura crítica sobre el Club Bilderberg. Hace catorce años identificó en uno de sus libros las "tácticas de la pandemia, del cambio climático provocado por el hombre y de la creación de líderes artificiales" como armas para la implantación de un orden mundial totalitario. Es políticamente incorrecta y autodidacta. Sus libros destacan por la abundante documentación y tiene miles de seguidores. Acaba de publicar Agenda 2030, libertad o tiranía, editado por el sello Martínez Roca, del grupo Planeta.

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