Eduardo Madina | Ex político y consultor

"Todo cambia excepto el PNV"

Eduardo Madina.

Eduardo Madina. / José Ángel García

Con su amigo y ex rival político Borja Sémper, Eduardo Madina (Bilbao, 1976) se embarcó en contar los recuerdos del terror de ETA en Todos los futuros perdidos (Plaza & Janés), un libro en el que narran sus duras experiencias cuando militaban en el PP y el PSE en el País Vasco. Madina fue diputado socialista, miembro de la dirección del PSE y del PSOE y candidato a la Secretaría General en 2014, cuando perdió con Pedro Sánchez. Licenciado en Historia Contemporánea por Deusto, ahora trabaja en la consultora Harmon.

–Pasa por aquí tras Carlos Alsina y Borja Sémper. Reto conseguido con la Santísima Trinidad de La Ínsula de Onda Cero.

–Ya sólo falta una entrevista con los tres a la vez.

–¿Qué no hemos aprendido de la derrota de ETA?

–No hemos aprendido a ganar bien para saber que el esfuerzo, el sacrificio y la fractura, que fueron muy altos, ha derivado en estos diez años de libertad y de paz que no deberíamos olvidar para que en el futuro no se vuelva a repetir. Convendría fijar bien la memoria.

–¿Se está blanqueando el terrorismo como denuncian algunos partidos y asociaciones de víctimas?

–No, el terrorismo no se blanquea, se acabó el 20 de octubre de 2011 cuando ETA anunció su cese definitivo porque ellos perdieron y nosotros ganamos. Y convendría no jugar con algo que es tan relevante en nuestra historia. Sabiendo lo que pasó nos jugamos en parte que no vuelva a pasar.

–¿Entiende a los que no perdonan a los etarras?

–El perdón no tiene nada que ver con los hechos históricos, cada uno toma las decisiones personales que quiere y nadie debe entrar ahí. Otra cosa son los enfoques políticos de partidos con respecto a la historia de lucha antiterrorista.

–Lo eligieron por simbólico, pero ya podían haber quedado Borja Sémper y usted para el libro en un casoplón de Lekeitio en vez de en un caserío de Mondragón.

–Fuimos a trabajar 12 horas al día y fue emocionalmente difícil, pero ha merecido la pena al comprobar la recepción tan buena de los lectores. Un libro especial en su elaboración se ha convertido en mucho más para los dos.

–Casi 250.000 vascos eligieron a Bildu en las autonómicas de 2020, 21 escaños de 75. ¿Por qué la izquierda abertzale crece y crece?

–Ha sabido conectar con un sector de la sociedad vasca, igual que en el pasado, siempre ha tenido entre 220.000 y 250.000 votos de manera estable en los últimos 25 años y ahí sigue. Parece que las dinámicas de voto en el caso de la izquierda abertzale se mantienen intactas.

–Fue militante de peso en el PSE. ¿Cómo ve el acercamiento al mundo abertzale de los últimos años?

–El PSE gobierna en coalición con el PNV en el Ejecutivo vasco, en las capitales y en las diputaciones forales, así que su acercamiento en los últimos años es al PNV.

–Como Woody Allen con Dios y la religión, tengo una especie de obsesión con el tema. ¿El PNV es el Real Madrid de la política?

–De las crisis políticas de los partidos en toda Europa, en los ejes izquierda-derecha, arriba-abajo, viejo-nuevo, ninguna ha afectado al PNV. Todo cambia excepto el PNV, que permanece estable donde siempre estuvo, gobernando el País Vasco.

–¿Otea en el horizonte una Euskadi independiente?

–No, oteo un horizonte en Euskadi de una sociedad plural con múltiples formas de entender las identidades vascas, formando parte de una sociedad compleja, diversa, la española, como lo ha hecho desde 1978 hasta aquí.

–En la pareja Sémper-Madina, ¿él es el guapo y usted el inteligente?

–Es una muy buena pregunta para que la responda el guapo...

–Fue a Deusto y Sémper a la facultad pública de Donosti. ¿El mundo al revés?

–Deusto es mi barrio y tenía la universidad a 200 metros de casa. Era una cuestión de eficacia. Es una grandísima universidad. Diría que pasé cuatro de los mejores años de mi vida.

–Lo primero, y quizás único, que aprendí en euskera fue Deustuko zubia.

–El puente de Deusto, qué bueno.

"Borja Sémper y yo éramos amigos antes del libro, aunque hacerse una gira con uno del PP tiene tela..."

–¿Por qué no se anima con su partenaire y funda el partido SL: Socialdemocracia Liberal?

–Porque me jubilé de la actividad institucional hace cuatro años por decisión propia y estoy feliz en Harmon, compañía donde lo paso muy bien y crezco mucho. Le dejo la política a los políticos.

–De ruta promocional un socialista y un popular. ¿Imagina a Felipe y Aznar o a Zapatero y Rajoy de gira por un libro escrito a cuatro manos?

–Sería más difícil, pero Borja y yo ya éramos amigos y la gira es más fácil por eso. Pero tiene razón: hacer una gira con un tío del PP tiene tela.

–Creo que su apellido viene de medina. Al final hay sangre árabe en Euskadi.

–Sin duda, y es muy bueno que la haya. En la mezcla está la gracia. Madina es un apellido de Oñate, municipio metido en Guipúzcoa, que para un vizcaíno como yo es todo un desafío.

–Es un lugar común que no fue secretario general del PSOE por "ser demasiado inteligente" o por "no ser simpático". ¿Acabaremos votando a un tonto que nos cuente un chiste?

–Bueno, no sé, perdí porque hubo alguien que sacó unos pocos votos más que yo. Tengo muy buen recuerdo de aquel proceso de primarias. En Andalucía no tuve mucha suerte con los votos, pero las emociones de aquellos días serán para siempre.

–Mójese. Susana Díaz lanzó a Pedro Sánchez contra usted y acabó siendo devorada por él. Como estratega no tenía precio.

–Perdí las primarias en Andalucía de manera muy evidente y, no sé, siempre he hecho las cosas con arreglo a lo que creía y pensaba.

–Lo de estratega iba por ella.

–Ya, lo sé. He querido contestarle eso porque... bueno.

–Su consultora, Harmon, suena a ivanredondismo en estado químicamente puro. ¡Defiéndase!

–¡Qué va! Llevamos la comunicación de empresas y su relación con los medios, comunicación financiera y asesoramiento legislativo, nada que ver. Sólo trabajamos con empresas privadas y no hacemos nada con políticos ni partidos, algo en lo que creo que Iván Redondo se especializó en los últimos 10-12 años.

–Su esposa es sevillana, usted del mismo Bilbao y se casaron en un barco en el Guadalquivir. ¿Cuántas veces al día le recuerdan la trama de Ocho apellidos vascos?

–Ocho veces al día mínimo.

–¿De verdad tiene unas botas Air Jordan originales?

–Sí señor, unas Air Jordan 1.

–¿Es un friki de las botas?

–Aquella zapatillas eran impagables para los de mi generación con 10 o 12 años. Con el tiempo me las autorregalé, fue una deuda generacional retroactiva.

–Prefiero no preguntar el precio.

–Mejor.

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